16 de mayo de 2018

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Hoy el Papa nos habla del simbolismo de la vestidura blanca y la vela encendida. Son símbolos que nos ayudan a entender la pureza y la blancura de nuestra alma al ser transfigurada en la gloria divina y conformadas con Cristo, el Señor. Nuestro compromiso, nos dice el Santo Padre, nos exige preservar esta vestidura "sin mancha hasta la vida eterna", y para ello necesitamos estar unidos a Cristo y a su Iglesia.

Porque, es en la Iglesia y unidos a los hermanos, donde perseveramos injertados en Cristo y sostenemos la llama encendida del amor y la fe por la Gracia que de Él recibimos. En esa misión tienen mucho que decir los padres, padrinos y madrinas, nos alerta el Papa, para, con su ejemplo y testimonio, vaya creciendo y alimentando en los pequeños  esa llama de la fe.




PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles, 16 de mayo de 2018


Queridos hermanos y hermanas:

La última catequesis sobre el bautismo está dedicada a la vestidura blanca y a la vela encendida, que simbolizan la dignidad del bautizado y su vocación cristiana.

Desde los primeros siglos, los recién bautizados se revisten de una nueva vestidura blanca, para expresar su condición, recibida en el sacramento, de criaturas transfiguradas en la gloria divina. Estamos llamados a preservar esta vestidura «sin mancha hasta la vida eterna», recorriendo el camino de la vida cristiana, cultivando las virtudes y, sobre todo, viviendo la caridad.

El otro símbolo es la vela encendida en el cirio pascual, que indica que la luz procede de Cristo resucitado, de quien recibimos su esplendor y su calor. La vocación cristiana nos impulsa a caminar en la luz de Cristo y a perseverar en la fe. Los padres, como también los padrinos y las madrinas, tienen la responsabilidad de alimentar esta llama bautismal para que los más pequeños vayan creciendo en la fe.

La celebración del bautismo se concluye con el Padre Nuestro, que es la oración de los hijos de Dios. Los niños recién bautizados aprenderán esta oración y lo que significa llamar a Dios Padre dentro de la Iglesia.


Saludos:
Saludo especialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica. Los invito a poner los medios necesarios para que la gracia del bautismo crezca y fructifique en sus vidas. No se desalienten ante las dificultades y busquen a Dios una y otra vez, porque el Espíritu Santo da la fuerza necesaria para alcanzar la santidad en medio de las circunstancias que les toca vivir cada día.
Que Dios los bendiga. Muchas gracias.