30 de marzo de 2016


Por favor, ¡no se olviden de rezar por mi!

¿POR QUÉ REZAR POR EL PAPA?
Jorge Mario Bergoglio, S.S. Francisco. 
Porque nos preocupa este Papa, S.S. Francisco:

  • 1. Nos preocupa que cuando habla, lo entiende la abuela y el niño pequeño, ¿qué puede pasar cuando se nos entienda a todos los cristianos?
  • 2. Nos preocupa que apenas no dice nada nuevo... ¡Pero cómo transmite y llega! ¿Qué hemos estado haciendo durante tantos años con un mensaje y una sabiduría tan desbordante, vital y necesaria con la que hemos ahuyentado a la gente? ¿Será que hemos de aprender a hablar lo que entiende el pueblo y no los ilustrados y sabios de oficina? Si no fuera por la atrevida de la comparación, diríamos que habla como Jesús de Nazaret para la gente sencilla y rural.
  • 3. Nos preocupa que en 45 minutos de entrevista no haya salido el sexo, la homosexualidad y otros temas morales que han llenado documentos, homilías y declaraciones en las últimas décadas.
  • 4. Nos preocupa que sea tan del Evangelio y tan poco oportunista. Si ha de decir que le preocupa la cuestión de la trata de personas, lo dice sin partidismo ni demagogia, sin juzgar el hecho, sino lo que mueve de fondo cualquier planteamiento.
  • 5. Nos preocupa vernos tan lejos de su entraña evangélica, de su verbo rápido y meditado, de sus imágenes simples y locuaces, de su tino y su acierto... ¡Cuánto hemos de rezar, leer, escuchar, ver, pensar, estudiar... todavía!
  • 6. Nos preocupa que muestre tan poco “respeto” al protocolo, al boato, las formas, lo políticamente correcto y los tratos eclesiásticos. Este hombre huele demasiado a pueblo y poco a monseñores, huele mucho a calle y poco a oficina, huele mucho a casa de campo y poco a palacio.
  • 7. Nos preocupa que sea tan poco autorreferencial y no le importe reconocer errores y valores en otros... “Para saber y acertar con el diálogo Fe-Ciencia, lean el Magisterio de Benedicto XVI”, dijo.
  • 8. Nos preocupa que le preocupe la paz, la convivencia de las religiones, las persecuciones, el fundamentalismo religioso (también el nuestro), la cesantía juvenil, el descarte de los viejos y los niños, el capitalismo atroz, la idolatría del dinero, ¡y hasta el fútbol como deporte que ennoblece y es lugar de encuentro!
  • 9. Nos preocupa ver a un hombre mayor tan cansado con tantísima sabiduría por compartir y comunicar. Nuestra oración desde hoy: “Señor, dale salud y vida al Papa Francisco, pues tu pueblo lo necesita”.
  • 10. Nos preocupa que meta en todo a Dios, en sus aciertos, en el mundo, en la naturaleza, en las relaciones y hasta ¡en la política! ¡Vaya definición les ha dejado a los políticos!, les ha dicho: “La más alta expresión de la caridad, pues busca el bien del otro”. Si no somos políticos, somos egoístas, si hacemos política pensando en nosotros, somos corruptos”. ¿Debatirán esto en las Cortes y el parlamento?

Por eso nos preocupa este PAPA y nos gusta preocuparnos de él. Recemos ahora un momento de silencio por nuestro amado Papa Francisco.

(Tomado de distintos pensadores y recopilado por P. Aldo Gajardo, a.a.)  Joan Palero



12 de marzo de 2016


Mañana domingo, 13 de Marzo, se cumplen tres años desde que el cardenal Jorge Mario Bergoglio fuera elegido Papa, tras la renuncia de Benedicto XVI. ¡Qué rápido se nos pasa el tiempo ¡!! ¿Verdad? 
Cuidemos ese don que es la vida, aprovechemos para sacarle partido, para ser felices y así hacer felices a los demás. Dios nos creó para ser FELICES, y el secreto está en que le conozcamos, le amemos y le sirvamos. 
El Papa francisco es un ejemplo de ello. Él trata de dar a conocer al Dios que conoce, más que al dios que le han contado. En Jesucristo él ha descubierto el Rostro del Padre, la Misericordia. Se ha enamorado de Él, y lleno y transformado por ese Amor que todo lo sana y todo lo transforma, ha aceptado servirle, que no es otra cosa que querer compartir esa felicidad, sobre todo con los más infelices. Desde el primer día ha demostrado no querer jugar a ser Papa, sino a serlo. Y serlo, no a su manera, ni de la forma que pudiera estar estipulada, sino a la manera que su Señor y Maestro (lleno de Gracia y Verdad) le ha mostrado y dado a entender. Esa labor, aunque perezca bonita y romántica, no es nada fácil. De sobra lo hemos visto a través de estos tres años, y no vamos a entrar en detalles. El camino de ser el Cristo no fue nada fácil a Jesús, ni lo será nunca a los que lo recorran asidos de Su mano, pues es un camino de incomprensión y de sufrimiento a la vez que de plenitud y gozo. 
___El evangelio que hoy se nos ofrece: S Juan 7, 40-53 (No dejéis de leerlo) constata la existencia de reacciones muy diversas ante Jesús. Unos ven en él al Mesías, otros al Profeta. 
“”Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.””
Hay quien piensa que nadie ha hablado nunca como él; otros no lo consideran más que un farsante o un embaucador.
El relato desenmascara a quienes invocan la Escritura para justificar sus miedos, sus envidias o su soberbia: “¿pero no sabéis que de Galilea no salen profetas?” La historia se repite. Nadie está libre del demonio del engreimiento, de la cerrazón, de la podredumbre interior. El Papa Francisco, que camina sobre los hombros de sus grandes predecesores (por cierto, ¡qué hermoso oírle hablar el otro día en el avión en que volvía de México de Pablo VI “el grande!), nos ha dejado un legado precioso con su reflexión sobre la mundanidad espiritual, cáncer del discipulado y de la Iglesia.
(Pedro Belderrain, cmf)___
Que Dios nos permita ver con Sus ojos, sentir con Su corazón y pensar y hablar en consonancia, pues nadie que es FELIZ habla mal de los demás, y si es cristiano: menos de un Papa.
NO NOS OLVIDEMOS DE REZAR POR ÉL, Y SOBRE TODO DE SER FELICES.