31 de mayo de 2013

Cronica de la Conferencia "Francisco, el Papa de todos"

El pasado martes 28 de mayo se realizó la presentación del libro “Francisco, el Papa de todos”, a cargo del P. José Antonio Medina Pellegrini, autor del libro y director espiritual del seminario diocesano San Bartolomé de Cádiz. El P. José Medina fue un colaborador cercano del Papa Francisco desde la comisión de medios del Arzobispado de Buenos Aires, por lo que tiene una experiencia cercana y ponderada de la figura y proyección del nuevo Santo Padre.

P José Medina iniciando la conferencia
La conferencia se celebró en la Sala Simón Bolívar del Edificio Constitución 1812, en Cádiz (España) con la colaboración de Blogueros con el Papa y la pastoral Universitaria de la Universidad de Cádiz. La asistencia de público fue exitosa, llegando a llenar el aforo de la sala de conferencia con más de 100 personas. Destacó la presencia de la prensa, radio y televisión.
P. José Medina, P Luis Sánchez y el Logo de blogueros

A cargo de la moderación estuvo el P. Luis Sánchez Francisco, misionero Idente y delegado de Pastoral Universitaria. Después de dar inicio al acto el P. Luis dio paso al profesor, Licenciado en Ciencias Químicas y Doctor en Ciencias de la Educación de la Universidad de Cádiz, Francisco Pavón, quién realizó un detallado perfil del autor.

Parte del público de la sala
 Tras la presentación tomo la palabra el P. José Antonio Medina, que quiso dejar claro desde el inicio de su intervención que él no es amigo personal del Papa Francisco, ni siquiera de su núcleo íntimo, “ojalá lo fuera, tan sólo he sido un colaborador suyo como Secretario Ejecutivo de la Comisión de Comunicación Social del Episcopado Argentino”.

Como sacerdote diocesano trabajó con el Cardenal Jorge Maria Bergoglio entre los años 2001 a 2006. Como rasgos más interesante del Papa reseñó su devoción por la Virgen, su relación con la Eucaristía.

De esta manera, el autor expuso, brevemente, algunas anécdotas y la biografía del Papa Francisco, que apoyó sobre una interesante serie de fotografías familiares del futuro Papa. Los orígenes de la familia Bergoglio es Piamonte italiano, de donde emigraron sus abuelos buscando un lugar donde recomenzar una vida con más expectativas que en la Italia del momento. Como resumen del perfil pastoral del Card. Begoglio, el P. Medina reseñó la siguiente frase definitoria: “Caminar, edificar y confesar”

El acto finalizó con un momento de diálogo con los asistentes, venta y firma de los libros a los asistentes que así lo desearon.

Blogueros con el Papa tiene la fortuna de disponer del video completo de la conferencia, fotos y algunos textos interesantes. En breves fechas realizaremos un video resumen para que nuestros blogueros asociados puedan difundir los momentos más importantes de la conferencia.

También tuvimos la suerte de conocer físicamente a dos amigos de las redes sociales: Jesús Rodríguez Arias, autor del blog “Sed Valientes”, donde hace una entrañable referencia a nosotros  y a Álvaro Diáz-Alersi, amigo en las redes que nos apoya y nos da animo constantemente.
Néstor Mora, P José Medina y Álvaro Díaz-Alersi



29 de mayo de 2013

Frases como puños


Ha llegado a mis manos un libro impactante. Ya el mismo título quiere serlo: Frases como puños, de Luis Arroyo. Explica la gran epopeya de la manipulación del lenguaje con vistas a transformar en pocos años una sociedad que, como la española, era predominantemente católica.

Somos de ayer y sólo os hemos dejado vuestros templos. Ésta es una frase como un puño. El autor del libro tenía sólo 14 años en el curso 1982/83 y recibió un duro shock, según explica en una nota introductoria, cuando fue espectador involuntario de un documental que se proyectó en "uno de esos grandes centros con algunos miles de estudiantes de un único género regentados por sacerdotes. Con el alborozo que se produce cuando se rompe la rutina de las clases, nos sentaron en el salón de actos de la planta primera del colegio. Y cuando se apagaron las luces y se hizo el silencio, comenzó el sangriento espectáculo: brazos de feto desmembrados, una suerte de aspiradora  intrauterina, unas tenazas terribles, unos cubos de basura quirúrgicos rebosando miembros humanos… Una sucesión de diapositivas a cual más lúgubre para que viéramos cómo eran asesinados cada día esos pobres bebés".

Ahora, sólo treinta años después, puede escribir un libro en tono triunfal acerca de cómo se puede cambiar una sociedad con la simple manipulación del mensaje. Una misma realidad puede ser vista y entendida de manera radicalmente distinta. Lo importante es quien logra dar las claves de interpretación.

En apariencia, hay que de decir que tienen razón. ¡Qué duda cabe! No sólo las leyes han cambiado, sino también la cultura! Los cristianos parecen constituir un enemigo vencido. Los han barrido de todos los ámbitos y, al menos por el momento, les han dejado sus templos. En la sacristía o -lo que viene a ser lo mismo- en el ámbito de sus conciencias que piensen como quieran, pero que no se atrevan a expresarlo en público. Los han encerrado en sus sacristías.

¡Somos de ayer y sólo os hemos dejado vuestros templos! He aquí, efectivamente, una frase como un puño. La leí ayer por casualidad, pero no en el libro de este excelente ensayista, sino en un texto de Tertuliano, escrito en los primeros siglos del cristianismo, cuando ya habían quedado atrás las sombras de la persecución y los discípulos de Cristo habían conquistado la cultura. Éstas son las palabras del texto de Tertuliano:

"Somos de ayer, y hemos llenado todos vuestros lugares: ciudades, islas, fortalezas, municipios, aldeas, los mismos campamentos, las tribus, las decurias, el palacio, el senado, el foro. Sólo os hemos dejado vuestros templos" (1).

Leerlas y asociarlas al mensaje de Luis Arroyo fue todo uno. Las mismas palabras escritas por Tertuliano podrían haber sido pronunciadas por este sociólogo del siglo XXI. Aquél las refería al paganismo, que sólo encontraba refugio en los templos de las antiguas supersticiones religiosas; éste podría con toda verdad decir lo mismo de los católicos de la España actual.

Lo digo en parte con admiración. Pero también con pena. Esto es lo que le pasa a las ideologías: utilizan las frases como puños. No se trata de alcanzar una verdad, sino de vencer y ocupar un territorio. Al fin y al cabo, lo importante para mí ha sido descubrir que la célebre frase de Tertuliano era ideológica, es decir, estaba imbuida de un triunfalismo que es fatal para la Iglesia. Ayer, sin ir más lejos, el Papa Francisco afirmó que "El triunfalismo frena a la Iglesia. Es la tentación de un cristianismo sin Cruz. La Iglesia tiene que ser humilde".

La lectura del libro de Luis Arroyo se me promete muy interesante. Sólo he leído las primeras páginas, pero ya en ellas se advierte que los cristianos hemos sido víctimas de las ideologías: primero de aquellas que se han aprovechado de la fe para enraizarse y ocupar el territorio; después, de las que ahora están vigentes y parecen arrasar con su fuerza toda posible oposición. Ser conscientes de esto me parece todo un don de Dios. En el año de la Fe el primer paso que hay que dar es el de purificarla de todo residuo ideológico y de toda reminiscencia triunfalista.


Joan Carreras del Rincón
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(1) Tertuliano, Apologético, 37, 4.

22 de mayo de 2013

Conferencia "Francisco, el Papa de todos"


Este próximo lunes 28 de Mayo se realizará en Cádiz (España) una conferencia en la que el P. José Antonio Medina, sacerdote argentino y colaborador del Papa Francisco en la Diócesis de Buenos Aires, nos presentará su libro: "Francisco: el Papa de Todos"  ynos hablará sobre la figura del Papa, tal como el lo conoció. Nos mostrará material inédito y muy especial. El libro ya está disponible en Argentina y España.

A continuación tienen el dossier de prensa correspondiente a la conferencia y el libro:


Blogueros con el Papa tiene el honor de colaborar en el acto, por lo que dispondremos de información exclusiva que pondremos a disposición de nuestros amigos blogueros, para que la utilicen en sus blogs... les tendremos informados.

No olviden compartir esta noticia, el evento, el video, etc ... compartir es fundamental!!!

20 de mayo de 2013

¿Hay Papas “mejores” que otros?



Últimamente se habla mucho del Santo Padre Francisco desde un plano comparativo con sus antecesores.  Lamento la pobreza de algunas comparaciones. Si usa o no zapatos rojos, si la Cruz que lleva puesta, la silla dónde se sienta, etc.. Hay argumentos para ambos lados de las comparaciones; es decir, algunos podrán decir que la pobreza que demuestra el Santo Padre por no utilizar algunos artículos es ejemplar porque se aleja de lo ostentoso. Otros podrán decir que el desapego a las cosas materiales es la verdadera pobreza y, que seguir con la misma cruz, zapatos, pantalones, etc. puede ser apego ya que nada es nuestro y precisamente dejarlo todo demuestra mayor pobreza en ese desprendimiento de lo material. 
Prácticamente todas esas “cosas” que “usan” los Papas no son de ellos, ¿alguien leyó el testamento del Beato Juan Pablo II?  No fue dueño de nada; se sentó en una silla muy “ostentosa” pero de una forma obediente y humilde. Queda claro que entregó hasta la última gota,  quedó exprimido hasta el final ¿quién no lo recuerda intentando hablar? 

Y ¿qué decir de Benedicto XVI? afrontando con humildad y valentía los numerosos embates, temas complicados y muy mediáticos; su calidad de respuestas, cantidad de trabajo, libros,  escritos, homilías, encíclicas, reuniones… que,  con más de 80 años de edad  entregaba al mundo mostraron el camino a más de mil millones de Católicos; la cantidad de oración detrás de cada palabra escrita, de sacrificio, de esfuerzo contra las limitaciones humanas propias de la edad.  No se necesitan más pruebas para ver el acierto del cónclave en “escuchar” al Espíritu Santo y que Benedicto XVI haya sido y sea para toda la Iglesia el mensajero de Dios que es.
Ahora, con el Papa Francisco,  tenemos ejemplo de Caridad  y de acción, es una invitación para que éste sea el momento de actuar de forma constante, como testigos. El Papa Francisco ha recibido y cultivado unas gracias ejemplares que Dios le ha dado para guiarnos, para seguir buscando a las ovejas extraviadas, para invitarnos y motivarnos a ser Cristianos, a recodar que todo se resume en una relación personal con Cristo y por efecto a las obras, al testimonio.
Me parece que las comparaciones, no van de sillas, oro o bordados más o menos vistosos...  vamos, que se trata de seguir a Cristo.  En Blogueros con el Papa: Desde sus orígenes, Blogueros con el Papa ha perseguido como principal finalidad su unión y apoyo incondicional a la persona del Romano Pontífice y al ministerio por él ejercido. Ésta es al mismo tiempo la nota distintiva de los miembros y la finalidad principal de la Asociación.”
Las redes sociales son un medio actual. Una parte cada vez más integral de nuestra vida y hay que usarlas bien, hay que ahogar con “abundancia de Bien” todo el mal que se hace en ellas. Es una forma de comunicación de hoy y medio de evangelización
El Papa Francisco es el Santo Padre, es quien dirige la barca, escogido por el Espíritu Santo que es Dios mismo, vamos a seguirlo, apoyarlo, escucharlo “incondicionalmente” y con mucha alegría igual que se ha seguido a los anteriores y a los que vengan.  

                                                                                                 Mauricio Traeger Mendoza

18 de mayo de 2013

El osito "I love you"


Me han pasado ya tantas cosas en este medio en el que navego desde hace 3 años... que sé ya mucho y estoy muy escaldada... Sobre todo recuerdo a uno que creía amigo y se me debió enfadar porque soy muy independiente y no me considero cortesano de nadie, y él pues debía querer que siempre estuviese a su vera, leyéndole y comentándole; y yo no soy tan fiel... Lástima de mí.


Y eso que me gusta tener amigos... pero como al parecer se deben tener tantos..., y por todas partes..., aunque no sean nada serio..., que al final no dedico a ninguno el tiempo suficiente. Seguramente soy muy desapegada, y se me molestan. Luego, sus razones tienen, claro. Aunque creo que los mejores amigos son los que gratuitamente y en silencio te quieren y no te atan. Siempre lo he creído así ¿¡qué se le va a hacer!?, sino el aire se nos vicia y se nos hace irrespirable, por lo menos  a mí.


Es como si eres farmacéutico y tu amigo farmacéutico se te enfada porque no vas por la botica a comprarle nada. ¡Hombre pero si tú ya estás en tus guisos... !, y confías en que sus recetas serán estupendas también... Es que a mí hasta me han bendecido con toda clase de peticiones mirando al Cielo gentes que luego si te he visto no me acuerdo y todo por desaparecerles de vez en cuando del campo de visión. Y claro, no lo veo nada claro, más bien muy oscuro.

Si todos los blogueros no hiciésemos más que leernos unos a otros no tendríamos tiempo ni de comer, por decir algo. Al final cada cual debe seguir su camino sin demasiadas ansias de abarcar, sin amistades que se ofendan, sin aquellos que buscan tenerte atado para siempre...

Y entonces, a veces, como no acabas de entender nada y vas como huyendo del personal, te pasan cosas raras, como en un alucine. Como en algún momento de bajón  que vas y te compras un osito llavero de los chinos que cuando le aprietas el ombligo te suelta I love you! y te lanza un beso, y resulta que como estás muy necesitado de abrazos -y por lo visto no humanos pues los recibes... -  te sienta muy bien aquel amor enlatado en barriguita de juguete, pero claro eso no es serio. No podemos esperar de las personas que nos rodean que nos suelten I love you desde su vacío personal.

Lo serio es confiar en y amar a las gentiles personas que con todos sus defectos Dios nos pone en el camino. Y esto muchas veces no es fácil, pero es el modo que Dios tiene de comunicarnos su amor, nos guste o nos disguste. Que Dios unas veces es muy directo y otras no tanto y va y da rodeos buscándose intermediarios...

De todos modos y siguiendo este pot-pourri, creo que lo que más nos conviene es seguir adelante mirando ese frente dilatado que casi siempre nos pone delante el mismo Dios, Padre Nuestro, y no perdernos en pequeñeces asfixiantes controlando todo lo que hacen mal los hermanos sino más bien agradeciendo su existencia y compañía al mismo Padre que compartimos, y andar juntos este camino con la confianza que brota del corazón que ama. La que lo dice, también, claro, que no se trata solo de predicar.

Porque si no, nos pegamos unos tremendos patinazos como, por ejemplo, ir sospechando que te van copiando todo hasta el punto de que no se puede compartir nada contigo,  o amedrentando con multitud de comentarios desde la noche a la mañana y sin parar y contando tu vida en ellos o molestándose por naderías que nos parecen inconmensurables como este tonto post u ofendiéndose si partes de su blog con la confianza de la amistad y el respeto mutuo, pues te quieren bien atado, y para siempre.

En fin, qué difícil es conservar la libertad cuando lo que quieres es que te quieran...: Hay que vivir amando no pretendiendo ser amado... ¡y qué duro y seco es eso!, es verdad: Qué solo te quedas con tu libertad... En fin, un mundo, esto es un mundo y pasan cosas de todos los colores y para todos los gustos... Pero si nos sustentáramos en lo que verdaderamente merece la pena solo nos bastaría el amor. Ese amor gratuito que no está esperando nunca nada.

Mjbo (www.portimadrugo.blogspot.com)


17 de mayo de 2013

¿Qué son las ideologías?

Mi interés por las ideologías procede de la lectura de Benedicto XVI, quien con frecuencia usa este concepto en contraposición con la Fe. La Fe no es una ideología, aunque a los que carecen de ella lo pueda parecer. Hay diferencias muy importantes entre ambas realidades.

  • El creyente -al menos el cristiano- sigue a una persona y tiene fe en una persona y en lo que ella nos ha comunicado. No es fe en algo sino en alguien. 
  • La fe es ex auditu, procede de la escucha y, por lo tanto, de la palabra, del logos. La ideología, en cambio, es producto cultural, fabricación humana. 
  • La fe es un don absolutamente gratuito: quien la recibe experimenta la dicha del sentido de la vida, es decir, la salvación que viene de Dios y que es escatológica, esto es, que se encuentra en el más allá. La ideología es un conjunto de ideas -personales o colectivas y más o menos generales- que sirven para vivir en este mundo. 

En un principio, las ideologías no son malas. De hecho, en este mundo, no se puede vivir sin ideología pues forma parte importante de la cultura de una comunidad. Ése es el sentido que recibe en el diccionario: "Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc" (1). ¿De dónde proceden las ideas? Es sencillo, de los que piensan y razonan las cosas, de los que interpretan la realidad y la quieren mejorar. Comunicar las propias ideas no es malo; todo lo contrario es connatural al hombre. Las ideas son como las semillas, pueden germinar y dar fruto. 

Sin embargo, el concepto de ideología es muy reciente: tiene sólo un par de siglos. En este tiempo, ha ido cambiando también de acepciones y de interpretaciones filosóficas. Digamos que la noción del diccionario es positiva y fácilmente comprensible por todos. Sin embargo, el problema se presenta cuando las ideas se pretenden imponer a los demás. Cuando no sólo te digo: ¡mira qué bien, escucha lo que se me ha ocurrido! Sino que te impongo que la aceptes como idea luminosa. Todavía recuerdo esa expresión feliz de Juan Pablo II en Cuatro vientos, en Cuatro Vientos, el 4 de mayo de 2003: "las ideas no se imponen, se proponen". Se lo decía a la multitud de los jóvenes allí congregados. Frase feliz y luminosa. 

Cuando las ideas se imponen entramos en una noción corrompida o negativa de ideología. De ser algo bueno, se convierte en algo malo e incluso perverso. Este uso peyorativo de la palabra ideología es cada vez más frecuente (2). A veces basta afirmar algo con rotundidad para que te tachen de ideólogo. El relativismo moral comporta esta consecuencia: cualquiera que afirme verdades absolutas en el ámbito moral puede ser acusado de defender una ideología. De esta manera, paradójicamente, la ideología más extendida es la que impone el silencio a los que piensan en términos de verdad. ¡Nadie tiene la verdad! Parece que para hablar deberías renunciar a ella y advertir que lo que afirmas es simplemente una opinión más. ¡La única verdad absoluta es la relativa a la inexistencia de una verdad absoluta! Ya se ve que el planteamiento falla por algún lado. 

Pero la pregunta que quiero formular hoy aquí es la siguiente: ¿A quién se dirigía Juan Pablo II en Cuatro Vientos? ¿A los jóvenes o a las autoridades y a las ideologías que impiden el ejercicio de la Fe y la libertad religiosa? Porque lo fácil es pensar que es el enemigo el que tiene que cambiar. Lo fácil es pensar que son las ideologías contrarias a la Iglesia las que tienen que cejar en sus ataques a la libertad. Pero me parece que el Papa se dirigía a los jóvenes allí congregados para que no se dejen seducir por ninguna ideología, sea cualquiera su signo, tanto de las de derechas como de las de izquierdas. 

No olvidemos el mundo en que vivimos. No despreciemos nuestra historia. Las guerras de religión, ¿no han sido acaso sino guerras ideológicas entre cristianos? El acto de purificación mediante el que el Papa Juan Pablo II pedía perdón en nombre de la Iglesia por los pecados cometidos por los cristianos de otros tiempo, para entrar así en el tercer milenio, ¿qué era sino la confirmación de que la fe había sido parasitada por las ideologías? El hundimiento de la opulenta sociedad occidental, ¿no es acaso signo de que las brillantes ideas de las que todos participamos no son tan sólidas y justas como pensamos? La invitación del Papa Francisco a que la Iglesia salga de sí misma, ¿acaso no es una invitación a que los cristianos purifiquemos nuestra fe y la limpiemos de residuos ideológicos?

De esta manera, las palabras de Juan Pablo II habría que entenderlas así: no impongáis vuestras ideas nunca, a pesar de que os parezca que resultan avaladas por vuestra fe. ¡Las ideas nunca se imponen! Y si los cristianos lo han hecho así algunas veces, se han dejado llevar por la ideología y han infligido un grave daño a la fe católica. Los cristianos -recuerdo haberle oído en otra ocasión- son los seguidores de Cristo, que fue víctima y nunca verdugo. Por eso, los errores de los cristianos de otras épocas -aunque sean recientes- no pueden ser imputados a los católicos de ahora, que están comprometidos con la Verdad pero no con ninguna idea, porque siguen a Cristo Víctima y no una doctrina. 

Nuestros principales enemigos no son los de fuera, sino los de dentro, aquellos que se dicen católicos y no comunican la fe sino que adoctrinan a los demás, invocando al Evangelio, a la Tradición o al Magisterio. 

En la portada de este blog aparece una frase de Pablo VI: "el mundo tiene más necesidad de testigos que de maestros". Santas palabras, porque el Evangelio está más ligado al testimonio que a la doctrina. Generalmente, cuando se invierte el orden y se le da más importancia a la doctrina que al testimonio se puede incurrir en planteamientos o actitudes ideológicas... o por lo menos que así lo parezcan.


Joan Carreras del Rincón

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(1) En el Diccionario de la RAE, el primer sentido es éste: "Doctrina filosófica centrada en el estudio del origen de las ideas".

(2) Véase la voz Ideología, en wikipedia.

10 de mayo de 2013

El Papa Francisco y el carisma bloguero



Todo cambio de Papa conlleva ligeros cambios en la Iglesia. Nunca se producen cambios de raíz, ya que la Iglesia es la misma desde que fue fundada por Cristo hace ya dos milenios. Uno de los cambios que se puede percibir con más facilidad es la forma de comunicar, debido a la personalidad y carismas de cada Sumo Pontífice. La forma de comunicar conlleva cambios de lenguaje, protocolos y los medios utilizados.  

Fijándonos en el Papa francisco, es fácil darse cuenta que en sus palabras suelen aparecen tres aspectos claves, que a su vez, configuran su forma de comunicar y de acercarse a nosotros:

  • Llegar a las periferias. Los alejados, los tibios, los desencantados, los anhelantes que temen el compromiso, etc.
  • Tender puentes que nos unan y nos reúnan en torno a Cristo; que tiene que ser centro de nuestra vida.
  • La acción armonizadora del Espíritu Santo. Acción que permite que las diferencias sean oportunidades de complementariedad y no excusas para alejarnos.

El bloguero católico, que se enfrenta a la misión de difundir el Evangelio, termina por darse cuenta de la importancia que tienen todos los discursos, homilías y en general, todo acto comunicativo del Santo Padre. Es evidente que la repercusión mediática de las palabras papales son una oportunidad para difundir el evangelio y la acción evangelizadora de la Iglesia. Pero ¿Cómo puede un bloguero “utilizar” esta corriente mediática para su misión? Entiéndase el verbo “utilizar” como una oportunidad que nos brinda la Divina Providencia, no como una manipulación de las palabras del Santo Padre para nuestro beneficio personal.

En el caso del Papa Francisco hay tres características que son importantes y debemos tener en cuenta:

a)   Los temas que aborda son fácilmente resumibles en una frase corta y concisa. Esto nos proporciona estupendas oportunidades para elaborar el título de nuestra entrada. Por ejemplo, en las breves homilías que suele realizar diariamente en la Residencia de Santa Marta se pueden encontrar frases que son, casi, un título perfecto por si mismas. 
b)   El Papa Francisco utiliza pocas citas y referencias textuales. Su forma de comunicar es sencilla, directa y relevante. Esta forma de comunicar nos permite buscar referencias que contextualicen lo que nos transmite.
c)   Los temas que desarrolla son suficientemente actuales y cotidianos, por lo que podemos utilizarlos como palanca para mostrar cómo es posible insertar la Fe en la vida cotidiana de cada uno de nosotros. Para complementar las palabras del Papa podemos contar anécdotas personales o incluso crear algún tipo de “storytelling” que refuerce la ida que queremos transmitir.

Quizás la dificultad que se presenta al revisar los actos comunicativos del Papa Francisco, sea precisamente lo que hace que sus palabras lleguen con facilidad a todo tipo de personas: su sencillez. Si adornamos demasiado las palabras del Santo Padre corremos el riesgo de que pierdan su capacidad comunicativa. Si las dejamos desnudas, haremos de simples transmisores de lo que las agencias de prensa nos ofrecen. Por ello es sugerente la opción que indicaba antes: utilizar una anécdota personal o armar una historia donde se inserten adecuadamente.

A las personas nos gusta que las historias que nos cuenten tengan algo que ver con nosotros, lo que sentimos, lo que padecemos o de las expectativas que tenemos por delante. Evangelizar es un arte que tiene mucho de saber tejer la Verdad del Evangelio dentro del tapiz de la vida de cada cual. Al leer las palabras del Papa, no es difícil encontrar algo que nos toque de cerca o nos conmueva. Ese "algo" puede ser el hilo que nos permita generar una entrada que, a su vez, conmueva a otras personas y les permita ver el Evangelio como algo que tiene relevancia en su vida.

Como decía antes, la palabras del Santo Padre son oportunidades que la Providencia Divina nos ofrece y que no podemos dejar de considerar de vez en cuando al elaborar nuestras entradas. Como Blogueros con el Papa, esta oportunidad es casi una misión a cumplir.

Néstor Mora


7 de mayo de 2013

¿Es justo bautizar a los niños?


En una famosa lectio divina que impartió Benedicto XVI el pasado 12 de junio en san Juan de Letrán, el Papa formuló esta pregunta con la que titulamos este post. Y la respuesta que él ofrece proviene de la razón, no tanto de las fuentes de la Revelación.

Benedicto XVI señala que quien se formula esta pregunta ya no ve en el Bautismo la realidad de un nuevo nacimiento. En el momento en que se establece esta relación entre la vida humana y la sobrenatural, entonces la respuesta -como se suele decir- está cantada. Nadie elige vivir. La vida se nos da y por tanto no se nos pide el consentimiento.

Cabría preguntarse con el Papa:
"¿Es justo dar vida en este mundo sin haber obtenido el consentimiento: quieres vivir o no? ¿Se puede realmente anticipar la vida, dar la vida sin que el sujeto haya tenido la posibilidad de decidir?" 
Y la respuesta no tiene desperdicio, sobre todo por las consecuencias que de ella se derivan:
"Yo diría: sólo es posible y es justo si, con la vida, podemos dar también la garantía de que la vida, con todos los problemas del mundo, es buena, que es un bien vivir, que hay una garantía de esta vida es buena, que está protegida por Dios y que es un verdadero don. Sólo la anticipación del sentido justifica la anticipación de la vida". 
Impresionante. Porque si formulamos esta frase en negativo, entonces cabe decir que cuando falta radicalmente la esperanza, cuando se carece totalmente de un sentido de vida, cuando se vive en el convencimiento de que el mal tiene la última palabra, entonces lo justo sería no dar la vida a nadie. Aquí tenemos una radiografía de la cultura de la muerte. Y una justificación psicológica de esa actitud tan propia del maniqueísmo y del catarismo de todos los tiempos. ¿Les suena? El matrimonio es una institución que perpetuaría el mal en el mundo. El peor pecado consistiría en procrear. A los esposos todo les resultaría lícito salvo la procreación que parece un mal menor: lo mejor sería que no hubiera más niños, pero se tolera que algunos sean tan egoístas que prefieran tenerlos, a pesar de que trayéndolos al mundo se les obliga a vivir una vida sin sentido y sin esperanza... truncada ineluctablemente por la muerte. Sin esperanza de salvación, por tanto, habría que dar la razón a todas estas manifestaciones de la cultura de la muerte que proliferan en la sociedad contemporánea.

El mismo Benedicto XVI sostenía que la muerte no es un castigo con el que Dios condenó a la humanidad como consecuencia del pecado de nuestros primeros padres, sino más bien un acto de misericordia respecto a los descendientes de Adán y Eva, los cuales arrastrarían una existencia miserable e inmortal en un mundo hostil: "la eliminación de la muerte, como también su aplazamiento casi ilimitado, pondría a la tierra y a la humanidad en una condición imposible y no comportaría beneficio alguno para el individuo mismo" (Spes Salvi, 11). Porque no debemos olvidar que "la muerte entró en el mundo por envidia del diablo" (Sab 2, 24). Con el pecado entró la muerte en el mundo: ciertamente podría ser una pena infligida a la humanidad pecadora, pero más bien me inclino a considerarla un don de Dios, una medicina sana, que nos permite reaccionar con humildad. En todo caso, lo que el Papa Benedicto XVI ha querido enseñarnos es que la esperanza de la salvación es clave de la existencia humana. Si no hubiera esa esperanza, sería mejor la muerte que la miserable pervivencia -no se le podría llamar vida-  en este mundo.

Porque hay esperanza, los hombres y mujeres siguen casándose, procreando hijos y educándolos para que sean ciudadanos de provecho y personas de principios. Ese dar la vida no es injusto, precisamente porque se espera que haya un final feliz. Es ciertamente una esperanza humana. No se trata de la virtud teologal de la esperanza cristiana, pero es suficiente para que la procreación pueda ser justificada.

En cambio, los cristianos que bautizan a sus hijos incluso cuando no tienen uso de razón, no sólo tienen esa esperanza humana, sino que en ellos actúa la Esperanza teologal. Así lo explica el Papa en el texto citado más arriba:
"Por lo tanto, el Bautismo de los niños no va contra la libertad; y es necesario darlo, para justificar también el don -de lo contrario discutible- de la vida. Sólo la vida que está en las manos de Dios, en las manos de Cristo, inmersa en el nombre del Dios trinitario, es ciertamente un bien que se puede dar sin escrúpulos". 

Joan Carreras del Rincón 



5 de mayo de 2013

Fe e ideologías



Una de las principales tareas del Evangelizador consiste en liberar la Fe del ropaje de ideología con que unos y otros la quieren vestir. La Fe necesita de la cultura para poder ser comunicada, pero siempre la trasciende. De manera que cada cierto tiempo parece que hay que renovar el vestuario, especialmente cuando la cultura es ideológica, es decir, pretende presentarse como realidad salvadora. La Fe nunca se puede imponer porque es precisamente lo que siempre es gratuito. Fe e ideología son incompatibles.

Dos chicas de dieciséis años de edad recorrían el pasado 1 de mayo las calles de Santander. Una llevaba en sus manos unos boletos; la otra, unas estampas con el Símbolo de los Apóstoles. A cuantos viandantes se encontraban les decían que querían recaudar fondos para la construcción de la capilla de su colegio. Con la compra de un boleto participarían en el sorteo de unos ordenadores portátiles. Al principio no tuvieron especiales problemas, pero a medida que avanzaban advertían que las actitudes eran cada vez más hoscas. 

No se daban cuenta de que estaban encontrándose con las personas que habían participado en la manifestación organizada por un sindicato de extrema izquierda. En un momento dado, uno de ellos les dijo:

- Mirad, veis aquella casa que está allí al fondo, ésa es la casa de un millonario, seguro que os dan dinero allí. 

Lo dijo con un tono de desprecio, mientras apartaba la mano que le tendía el boleto. Entonces, la compañera le ofreció la estampa con el Símbolo de los Apóstoles. Aquí se le transformó la cara y explotó en improperios. 

- ¿No sabéis con quien estáis hablando?

- ¡No! - le respondieron ellas.

- ¡Con un comunista! 

- ¿Y qué es eso?

Ante esta respuesta se fue todavía más indignado. 

Esta anécdota me la contó el padre de una de esas chicas. Me hizo pensar mucho. En las ideologías siempre existe un enemigo: alguien contra el que hay que luchar o al que hay que vencer. El cristianismo es uno de los enemigos del comunismo. 

En la Fe católica no existen enemigos. Todos los hombres son un "prójimo" al que hay que amar y a quien anunciar el Evangelio. Sin ser conscientes de ello, estas chicas habían dado una lección importante a ese comunista. Él las había tratado como enemigas: - ¿No os dais cuenta de que estáis hablando con un comunista? Soy vuestro enemigo. Tenéis que odiarme, como yo os odio a vosotras. 
En cambio, ellas siguen viéndole como un prójimo, merecedor de respeto y de amor. 

Ese hombre vive en el pasado, alimentando sus odios; esas muchachas viven en el presente, promoviendo la construcción de una iglesia y dando testimonio de la Fe que profesan.

Joan Carreras