28 de enero de 2013

Entrevista Hangout al P. Joan Carreras

Siguiendo con la secuencia de entrevistas realizadas con maestría por Salvador Pérez Alayon y Pedro Sosa, compartimos con ustedes el video y los enlaces correspondientes a entrevista realizada la semana pasada al P. Joan Carreras, vicepresidente de nuestra asociación y Alma Mater del Proyecto Blogueros con el Papa.

No creo necesario indicarles el interés de la entrevista, ya que el testimonio y experiencia que el P. Joan aporta, será de provecho para todos.








Vídeo completo:


Nª- 1 Cómo empezó a descubrir la fe

Nª- 2 Cómo descubre Don Joan las redes sociales los blogs

Nº- 3 Cómo nacen los proyectos que sigue Don Joan en las redes

Nª- 4 Cómo animar a los blogs y seguir un camino

26 de enero de 2013

La cólera del Cordero


¿Quién no ha oído hablar de que en las Sagradas Escrituras existe una idea de Dios distinta en cada uno de los Testamentos? Quizá una mirada superficial puede producir esta impresión. Existiría un Dios justo y frecuentemente airado y otro rico en misericordia y pronto a perdonar. El primero sería el Dios veterotestamentario; el segundo, el que nos ha mostrado Jesucristo. Esta idea lleva a algunos a descartar de plano la lectura del Antiguo Testamento, para conservar intacta esa imagen buena y amable del Dios que perdona y se apiada de los pecadores.

Nos olvidamos con demasiada facilidad de que las Sagradas Escrituras constituyen una unidad que no se puede separar, puesto que -como enseñaba san Agustín- "el Nuevo Testamento late en el Antiguo y el Antiguo se hace patente en el Nuevo". 

Es verdad que hay textos de las Escrituras que son difíciles de compaginar con el mensaje de Jesucristo.  ¿Acaso no se han eliminado del salterio aquellos versículos de los salmos en los que se mostraba un Dios demasiado airado? Pero una cosa es que merezcan e incluso necesiten ser interpretados y otra, muy distinta, sacar la tijera para acomodar las Escrituras a nuestra sensibilidad moderna. Eso es lícito hacerlo para usos litúrgicos, pero sólo para eso. Esos versículos están puestos allí por Dios, que es el autor de las Escrituras.

La ira de Dios es un concepto bíblico muy rico de significados y que aparece también con frecuencia en el Nuevo Testamento, especialmente en las cartas de san Pablo y en el Apocalipsis. Dos citas nos servirán como botón de muestra: "Pues la ira de Dios se manifiesta desde el cielo sobre toda impiedad e injusticia de los hombres, de los que en su injusticia aprisionan la verdad con la injusticia" (Rm 1, 18);
"decían los montes a las peñas: caed sobre nosotros y ocultadnos de la cara del que está sentado en el trono y de la cólera del Cordero, porque ha llegado el día grande de su ira, y ¿quién podrá tenerse en pie?" (Ap 6, 17).

Conviene, por tanto, no prescindir de este concepto que pertenece también al Evangelio de Cristo. Es más, ¿acaso esta idea de un Dios edulcorado y bondadoso no está también en el trasfondo de esa otra tentación tan moderna -y tan contradictoria- de acusarle de insensible ante los males y las barbaries del mundo? ¿Cómo puede quedarse allí en su solio y su eterna e inconmovible bondad mientras observa impasible las desgracias que sufren los hombres? Esa bondad es incompatible con su pasividad. Luego, de ahí se pasa a colegir que o no existe o no es bueno. 

La ira de Dios es tan revelada y reveladora como su misericordia. Hablamos de la "cólera del Cordero". Ambas son necesarias y pueden compaginarse en Dios. La ira y la misericordia son incompatibles entre sí en la medida en que se dirigen hacia el mismo objeto: un castigo que aniquila al pecador y lo condena para la eternidad no parece compatible con la misericordia. 

La ira de Dios no se dirige contra las personas. Dios se enfada y clama: ¡se indigna! Dios es el primer y mayor indignado ante el mal en el mundo. El golpea con dureza la mesa, pero no dirige el golpe contra el pecador. No permanece indiferente e inactivo.  Puede, ciertamente, parecerlo y ahí están las cuitas que los santos han tenido con Él a lo largo de los siglos para mostrar esa tensión filial con el Creador. Pero una cosa es "pleitear" o forcejear con Dios y otra es acusarle de insensibilidad ante el mal. No podemos suprimir la ira divina sin producir un profundo daño en la imagen bíblica de Dios. Está ahí de manera permanente para que nos quede constancia de que Dios no acepta el mal, es "impotente" ante él, porque Dios es amor y el mal no puede ser amado. Es lo único que no es criatura divina: una especie de oscuridad que se escapa de sus manos, una enfermedad que se extiende como una mancha y que sólo Cristo ha podido vencer.

El pecado y la Vida: somos caminantes en la medida en que vivimos

Los principales textos neotestamentarios se refieren a la ira de Dios en el contexto de la idolatría. Cuando el hombre abandona el camino y se adentra por las sendas de la adoración a los ídolos, las consecuencias son terribles para el pecador. Acusar de iracundo a Dios es tan absurdo como protestar porque alguien ha quedado electrocutado por desobedecer la prohibición de tocar el cable de alta tensión. La manifestación de la ira de Dios tiene esa finalidad propedéutica y preventiva: como cuando se muestran los efectos del tabaco en los pulmones de un fumador empedernido. No es el Estado el que  produce la destrucción de ese órgano, sino la libre voluntad del hombre. Quien adora a los ídolos -y la idolatría es un pecado actual, aunque adopte formas distintas a las de la antigüedad- atrae sobre sí la ira de Dios, una destrucción de la persona que se autocondena para la eternidad, al alejarse de la fuente de la felicidad que es Dios. 

El pecado es el único verdadero mal, por dos razones. Porque sólo las criaturas libres pueden generarlo. Los males de las demás criaturas son simples defectos o fallos del sistema. Son cosas que pasan y no indignan a Dios. En cambio, el pecado no pasa, queda marcado a fuego en el corazón del hombre y lo esclaviza y envilece. El pecado es un principio de muerte o la muerte misma de la dignidad del hijo de Dios. Mientras estamos en este mundo siempre podemos recuperar la Vida, pero nuestra existencia sólo puede calificarse de vida en la medida en que estamos en el camino y caminamos por Él. La ira de Dios es una continua llamada de atención, el grito a veces desesperado de quien advierte del peligro a alguien que está a punto de precipitarse en el vacío. Sólo la distancia o la mala voluntad pueden hacer pensar que esos gritos sean insultos e improperios.

La segunda razón está ligada a la primera. Sólo el pecado guarda relación con nuestro destino eterno. Todos los demás males que padecemos -incluidos los pecados de los demás- pueden ser buenos para nosotros e incluso buenísimos. El único mal en sentido absoluto -para cada uno de nosotros- es aquel en el que nosotros mismos firmamos con nuestro puño y letra, porque somos los únicos responsables. Por esta razón, san Pablo pudo exclamar maravillado: "para los que aman a Dios todas las cosas son para bien" (Rm 8, 28).

Indignación y pena en la mirada
Los cristianos, por tanto, debemos esforzarnos para que la ira de Dios no sea un concepto arrinconado o archivado. La "cólera del Cordero" es su versión perfecta en clave cristiana. ¿Cómo pensar que el Cordero de Dios que ha dado su vida por nosotros pueda al mismo tiempo dirigirnos una mirada iracunda mientras estamos en camino hacia el Cielo? Sólo podremos ver la ira encendida en sus ojos cuando adoptemos actitudes hipócritas: pero es la hipocresía lo que provoca la indignación, no el pecador, que sigue siendo objeto de su amor infinito. La escena se repite innumerables ocasiones en la vida de Jesús, citamos sólo una de ellas: "Entró de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: 'levántate ahí en medio'. Y les dice: '¿es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?' Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: 'extiende la mano'. Él la extendió y quedó restablecida su mano" (Mc 3, 1-5). La ira la produce la hipocresía; el dolor y la pena, el pecador.


Joan Carreras

25 de enero de 2013

El mensaje del Papa en 10 tweets


El mensaje del Papa en 10 tweets: comunión en la red

A ver qué os parece esta iniciativa. Me he tomado la molestia de preparar en diez tweets el mensaje del Papa para la 47 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. He tenido que trabajar un poquito el texto para que entre en el tweet junto con el enlace que lleva a la página oficial del Vaticano.

La idea es inundar la red con estos tweets.

Os lo pongo fácil sólo hay que cortar y pegar. Yo ya los he tuiteado con éxito.

  1.  El intercambio de información puede convertirse en verdadera comunicación,los contactos pueden transformarse en amistad
  2.   quienes participan en las redes se esforzarán por ser auténticos porque son ellos mismos el objeto de la comunicación
  3.  Las redes sociales se alimentan de aspiraciones radicadas en el corazón del hombre ( por eso estamos ahí) 
  4.  si el Evangelio no se da a conocer también en el ambiente digital podría no llegar a muchas personas
  5.  El creyente es auténtico cuando comparte la fuente profunda de su esperanza y su alegría: Dios revelado en Jesucristo
  6.  Es posible evangelizar en la red sin hablar explícitamente del Evantelio  
  7.  También es testimonio el donarse a los demás estando disponible para responder con respeto a sus preguntas y sus dudas
  8. muchas personas están descubriendo gracias a un contacto que comenzó en la red la importancia del encuentro directo
  9.  La confianza en el poder de Dios debe ser superior a la seguridad que atribuimos a los medios humanos
  10.  Debe de haber coherencia y unidad al testimoniar el Evangelio dentro de la realidad en la que estamos llamados a vivir


Joan Carreras

23 de enero de 2013

Ya tenemos lema para el III Encuentro de Blogueros con el Papa


Aunque la fecha de celebración del III Encuentro de blogueros con el Papa todavía debe confirmarse -probablemente tendrá lugar en un fin de semana del mes de octubre de 2013, dentro del año de la fe- tenemos una buena noticia que comunicar. El pasado fin de semana se votó el lema para ese Encuentro. Hubo varias propuestas que se hicieron llegar a todos los seguidores del grupo cum petro, que como sabéis es el grupo de facebook donde se dan noticias acerca de las actividades de los blogueros en orden a la creación de una asociación internacional, a la realización conjunta de actividades y en especial de los encuentros de blogueros. Amén de la información que se proporciona acerca de la actividad del santo Padre.

Pues bien, el pasado lunes se hizo público cuál fue el lema vencedor: "creí, por eso hablé" (2 Cor 4, 13). Obtuvo dieciocho votos.

Tener un lema es algo importante, porque permitirá a la comisión organizadora del III Encuentro, que está constituida por cuatro blogueros que viven en Valladolid (1), ir buscando los ponentes que participarán en las mesas redondas y conferencias. Pero además todos nos beneficiaremos porque también será posible que vayamos trabajando juntos ese lema, enviando artículos o comunicaciones a la dirección de correo bloguerosconelpapa2011@gmail.com que serán publicados en este blog y también podrán formar parte de las actas del Encuentro. De esta manera, todos aquellos que no podrán estar físicamente en Valladolid para ese Encuentro, tendrán la oportunidad de colaborar de una manera eficaz en su realización.

El lema lo propuso fray Nelson Medina, quien colabora con nosotros en este blog desde hace unos meses. Es muy sugerente, porque alude a la transformación que la virtud teologal de la fe produce en quien la recibe y que se manifiesta en la necesidad de dar testimonio de Cristo. Hablamos porque creemos.

Es un lema que nos dará ocasión de meditar y de compartir nuestras experiencias blogueras, porque en definitiva lo nuestro es también una forma de hablar.



_____________
(1) Alfonso García, Mauricio Traeger, Cristina Llano y Fernando Carazo.

19 de enero de 2013

Entrevista hangout a nuestro Presidente: Néstor Mora


El pasado miércoles, en el marco del programa "Comparte tu relación con Dios", Salvador Pérez Alayón entrevistó al Presidente de nuestra asociación.

Comparte tu relación con Dios es un programa dirigido por Pedro Sosa. Aprovechando la tecnología que ofrece la red social Google+ -los hangouts-, se ofrecen entrevistas a diversos blogueros, que tienen como tema la relación con Dios. No es sencillo responder a preguntas que van directas al corazón del creyente y que suponen o exigen mucha valentía (1).  En esta ocasión es Néstor Mora quien se ha prestado a responder a las preguntas que le dirige Salvador Pérez Alayón.

En este hangout Néstor Mora nos relata la historia de su relación con Dios, desde que nació en una familia católica hasta que comprendió cuál es su lugar en la Iglesia, pasando por aquellos momentos en que la fe madura a través de las crisis. Se puede advertir, por ejemplo, lo que supuso para él el nacimiento de sus hijos... o las burlas a la religión por parte de personajes públicos. Son momentos de gracia y Néstor los considera así.

Blogueros con el Papa es un movimiento de blogueros que son conscientes de tener una vocación eclesial -algunas veces hemos empleado el término carisma-. El Espíritu Santo es el dador de los carismas en la Iglesia. Durante el año 2011 fue preparando los corazones de unos y de otros. Aquí se relata la formación de este movimiento asociativo.

No os lo perdáis. Vale la pena.




Joan Carreras

________________________
(1) Os ofrecemos a continuación los hipervínculos a los primeros hangouts que se realizaron el año pasado, en lo que podríamos denominar la primera temporada de este programa:
Entrevista a Salvador Pérez Alayón, 
Entrevista a Pilar V. Padial,
Entrevista a Sor Maridel,
Entrevista a Irina Orellana, 


4 de enero de 2013

La imagen que confirma las palabras de Benedicto XVI





Esta mañana he leído la noticia en la página de un amigo -La legge per tutti- y no me he resistido a hablar del lenguaje de las manos, que es el que mejor entendemos las personas, para el bien y para el mal. 

La noticia es reciente, aunque lo relatado en ella no es la primera vez que sucede. De hecho, el Dr. House inmortalizó en un episodio de la famosa serie el momento en que un bebé -¿por qué no llamarlo así?- se agarraba al dedo del cirujano en el momento en que acaba de practicar una incisión en el vientre de su madre. Un episodio ficticio que reproducía lo que realmente había sucedido antes en una sala de operaciones. 

En esta manita habla un representante de todos los no nacidos, el mayor genocidio de la historia

Ahora ha ocurrido en Glendale, Arizona, y la fotografía ha sido realizada por el padre de la criatura -porque padre de ella es, por mucho que el feminismo quiera negar esa evidencia- quien emocionado acudía allí, cuando el médico le llamó. Efectivamente, el cirujano no quería que ese momento tan significativo se quedase sin un testimonio gráfico. En esa manita están representadas las manos de todos esos bebés a los que se les niega el más elemental de los derechos -la dignidad de persona, el derecho a vivir-. 
Después he pensado en las palabras del Papa en el mensaje para la Jornada de la paz dirigido al mundo al inicio de este año:
"Quienes no aprecian suficientemente el valor de la vida humana y, en consecuencia, sostienen por ejemplo la liberación del aborto, tal vez no se dan cuenta que, de este modo, proponen la búsqueda de una paz ilusoria. La huida de las responsabilidades, que envilece a la persona humana, y mucho más la muerte de un ser inerme e inocente, nunca podrán traer felicidad o paz.
En efecto, ¿cómo es posible pretender conseguir la paz, el desarrollo integral de los pueblos o la misma salvaguardia del ambiente, sin que sea tutelado el derecho a la vida de los más débiles, empezando por los que aún no han nacido? Cada agresión a la vida, especialmente en su origen, provoca inevitablemente daños irreparables al desarrollo, a la paz, al ambiente. Tampoco es justo codificar de manera subrepticia falsos derechos o libertades, que, basados en una visión reductiva y relativista del ser humano, y mediante el uso hábil de expresiones ambiguas encaminadas a favorecer un pretendido derecho al aborto y a la eutanasia, amenazan el derecho fundamental a la vida".
El Papa levanta la mano para bendecir. Ése es el gesto habitual en él.

Pero su mano también puede ser interpretada como un gesto dirigido a todos cuantos admiten la licitud del aborto, a pesar de que ellos mismos se consideren pacíficos y pacifistas. Quien piensa así es culpable de ese genocidio. En cierta manera todos somos responsables -en un grado que sólo Dios podrá juzgar- pero es evidente que quien admite la licitud de esa práctica asesina lo es con todas las letras: RESPONSABLE.

Por eso es oportuno ver en esa mano del Papa una señal de stop, como la que en esta imagen parece enviarnos el cielo.

Detengan el genocidio del aborto. Todos son responsables

Joan Carreras del Rincón