6 de julio de 2012

Las Fuentes de Información y la Narración en Nuestros Blogs


La autenticidad del contenido de nuestros blogs adquiere cada día mayor relevancia. Nos ocupamos de corroborar lo que dicen ciertas fuentes y comparamos con otras. Si esto ocurre regularmente con las noticias que leemos a diario, con la historia cultural, con la historiografía, con las fuentes diplomáticas y la literatura científica; con más razón nos debe ocupar en nuestros blogs. Como Blogueros Católicos, nos ocupamos de contenidos trascendentales para la salvación de las almas, partiendo de nuestra vocación de bautizados comprometidos a evangelizar.

Nuestro compromiso como evangelizadores, si bien es trascendental, no invalida los criterios que debemos usar para tener credibilidad y transmitir el Amor de Dios. Debemos someter las fuentes de información a cierto escrutinio, además de cuidar que nuestro estilo literario y narrativo esté bien definido y claro. Que los textos sean viables para nuestra audiencia y las imágenes brinden intensidad al mensaje.

A principios del siglo XX, cuando apenas florecía el periodismo en Estados Unidos, el escritor Walter Lippmann veía en los medios sólo intermediarios entre la información que generaban las élites y el pueblo. Los medios digerían y destilaban la información, de tal manera que la retroalimentación era sólo el voto ciudadano. Hoy en día, la retroalimentación es cíclica, instantánea, sin límites geográficos, ni de zonas horarias. El bloguero no es un mediador o bróker de información. Es más bien, un agente que facilita información, la genera, la procesa, crea su propio nicho o audiencia, edita, actualiza, hace diseño gráfico y hasta crea nexos con otras fuentes. Bajo el esquema de Lippmann, la información fluía al compás de la libertad de prensa en los medios. Existe legislación vigente para protegerla.

                Para nosotros, partiendo de la libertad religiosa que gozamos, la autenticidad de las fuentes también implica reconocer los derechos de propiedad intelectual de las fuentes, los estilos literarios  y determinar su carácter, sea primario o secundario.  Estas dos últimas palabras, suelen predominar en la historiografía, pero nos pueden servir de guía de autenticidad y para analizar las tendencias:
  • v  Fuente Primaria.  Son las fuentes que originan la información, los creadores o iniciadores de algún testimonio. Puede variar según la disciplina, pero pueden ser memorias, autobiografías, archivos, videos documentales, literatura científica que describe experimentos y pruebas, documentos legales, etc.

    v  Fuente Secundaria. Son adiciones a la fuente primaria, con comentarios de otros autores, fuentes complementarias al tema de la fuente primaria y hasta fuentes de temas subsecuentes, surgidos de la fuente primaria. 

    Las fuentes primarias no tienen necesariamente más autoridad o credibilidad que las secundarias. Algunas veces, las fuentes primarias pueden ser parciales o tener ciertas tendencias.  Estos errores o desviaciones pueden ser corregidos por las fuentes secundarias, que pueden someterlo a estudio o a revisión con otros colegas. Los propios testigos o participantes pueden distorsionar un relato, por variadas razones: desde cultura, interés propio, hasta encubrimiento. 

    ¿Cómo podemos nosotros, como Blogueros, aportar un balance cuando las fuentes no son fidedignas o necesitan una perspectiva?

    (1)    Identifica primero la perspectiva o el punto de vista  que desees validar. No empieces tu  texto citando una fuente que pudiera ser controversial o que contenga expresiones cuyo contexto aún no lo pueda identificar el lector.  Si los lectores no perciben con claridad la perspectiva, se pueden desanimar y dejar de leer lo demás.  Por ejemplo, no empieces citando una entrevista a Tom Cruise sobre el culto de la Cienciología/Dianética, recomendándola ampliamente o insertando el video de la entrevista. Tus lectores pensarán que eres ‘fan’ de Tom Cruise y defiendes sus ideas.

    (2)    Lo correcto sería establecer algún aspecto de la Cienciología y porqué no es compatible con nuestra fe. No hace falta recomendar todo el video ni hacerle publicidad a Cruise. Se citaría a Cruise con una línea que respaldara el punto de vista. Lo que se va a validar no es el punto de vista de Cruise y la Cienciología, sino la perspectiva Cristiana.

    (3)    Cita una o más fuentes cristianas que refuten la creencia de la Cienciología citada por Cruise. Puede tratarse de un texto patrístico, de la Biblia, de alguna encíclica papal o de un testimonio de vida o escritos de los santos. También se pueden citar historiadores y filósofos.

    (4)    En vez de un video de Cruise, destaca fotos, gráficas o un breve video del autor cristiano que va a refutar la opinión de Tom Cruise.  Puedes poner una foto de Cruise o de Hubbard, el mayor promotor del culto, pero destaca gráficamente el lado cristiano.


    En este caso, sucede que  la fuente primaria no nos sirve de apoyo para la perspectiva cristiana. Se trata de una fuente tendenciosa que necesita el soporte de una fuente secundaria que valide las enseñanzas Cristianas. Esa es la perspectiva que debe ofrecer el bloguero, como evangelizador. Esta blogósfera Católica no está destinada a promover los anti-valores, sino las virtudes y valores que deben prevalecer en una vida Cristiana.  Cuando citamos a celebridades o figuras de la arena pública, nos exponemos a endosar lo que pudiera ser anti-Cristiano. Podría convertirse en un tema superfluo y frívolo. Por lo tanto, evitemos la tentación de sonar ‘interesantes’, o de elitismo.

    Lo que debemos enfatizar no son los anti-valores. Más bien afirmemos nuestra fe, mediante esta simple estrategia:

    v  Determinemos desde un principio cuál es la virtud o enseñanza de nuestra fe que está bajo ataque con los pronunciamientos de dicho personaje.

    v  Seleccionemos la línea y asegurémonos de que la línea citada esté dentro  de la perspectiva que vamos a tratar. Que sea una línea breve de 1 a 3 renglones, no citen todo un párrafo ni mucho menos 1200 palabras.

    v  Al citar el contrapunto que vamos a ofrecer en nuestra perspectiva, podemos extendernos con mayor libertad, citando incluso detalles acerca de cómo surgió esa enseñanza, circunstancias, un diálogo, otra fuente secundaria más, etc.

    Puedes utilizar un sano sentido de humor para dar un buen cierre en tu texto. Que ese sentido de humor tenga un enfoque que ilumine con luz cristiana. Que no sea un comentario surgido de alguna revista de espectáculos, de alguna columna de chismes sobre artistas o políticos o de un programa de tendencia similar en la TV. Escoge un comentario fino, paradójico, que ayude a reflexionar y a valorar la verdad de nuestra fe.
                                                 
      Yvette Camou