20 de septiembre de 2011

“…llamé y Él me respondió”


En la Parroquia, cuando nos invitaron a trabajar para la JMJ - Madrid nos embargó una emoción grande y de inmediato expresamos nuestro ¡¡¡ SÍ queremos !!!. Dios, no sabíamos en qué nos metíamos, pero como al Señor no es fácil decirle que no, pues venga, con todas las consecuencias Señor.

Los días pasaban y con ellos llegaban las dudas, el cansancio, el desánimo…y a medida que el día de llegada de los primeros Peregrinos se acercaba se presentó el miedo, la falta de confianza en nosotros mismos; aún así seguimos adelante, teníamos la certeza que el Señor estaba con nosotros a nuestro lado, quién contra nosotros?.

Los materiales comenzaron a llegar a cuenta gotas, a deshora, se les esperaba a la hora indicada y el camión de reparto tardaba su tiempo. Pero firmes en la Fe, como lema de nuestra JMJ, al fin y al cabo Dios estaba siempre a nuestro lado.

Por fin lunes 15 de Agosto, el día oficial de inicio de la JMJ; el primer grupo de Peregrinos llegó a nuestra Parroquia con el rostro cansado de tan largo viaje, pero con el corazón henchido, con la Fe, que en boca del Santo Padre, Benedicto XVI, San Pablo nos invitaba; que hermoso de verdad, fue como un abanico de ilusiones que comenzaba a desplegarse y todas las dudas y miedos anteriores fueron desapareciendo. De inmediato una gran cantidad de chicos asignados a la Parroquia inundaron de alegría todos los espacios, paraguayos, húngaros, portugueses, palestinos, venezolanos, españoles, ecuatorianos…deseosos de escuchar la Palabra de Dios a través de su Santidad y de los Pastores en las Catequesis. Nos preguntábamos. ¿Qué fuerza los une?. La respuesta era una: el amor a Cristo y su Iglesia.

En el Colegio que nos fue asignado, el Pablo Sorozábal de Móstoles, 172 jóvenes en perfecto orden y disciplina comenzaron a levantar su Campamento; jóvenes portugueses y brasileños que querían convivir en este tiempo y compartir su Fe; ellos mismos organizaron sus turnos de limpieza, entrega de desayunos, rezos….La Iglesia misma actuando. “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estaré yo en medio de ellos”,dice el Señor. Mt 18, 20.

172 jóvenes y ningún disgusto, palabra disonante, contrariedad… qué hermoso cuando Cristo se encuentra en medio de nosotros; el verlo reflejado en el rostro de cada uno de estos jóvenes era la recompensa justa para las dificultades anteriores a la JMJ. Lo que más nos llamó la atención fue el verles llegar a altas horas de la noche y tener fuerzas para reunirse en círculo en medio de la cancha múltiple para rezar Completas y darle gracias al Señor por el día regalado, por las vivencias vividas, por las Catequesis transmitidas y por el Sacramento del Perdón recibido. No estuvimos ajenos a esto, rezábamos pidiendo por esta juventud sana que se levanta, para que afronte los desafíos que el Siglo XXI trae, para que sigan fieles a Jesucristo y su Iglesia. En nuestro hogar y en nuestra Parroquia, tan querida, sembramos para que otros vean el fruto.

“…llamé y Él me respondió”. Gracias Señor pues a pesar de nuestras miserias humanas nos llamaste para trabajar en esta JMJ-Madrid, porque sin ser jóvenes aprendimos de los jóvenes; aprendimos a dar sin esperar recibir nada a cambio. A que el cansancio de nuestro día fuera aliviado con la entrega total a Ti. A que el Peregrinar es orar con los pies. A que nuestra cruz debe ser el manantial de nuestra fuerzas y el secreto de nuestra Paz, como lo señalaba Juan XXIII…; en fin que siempre estás con nosotros.

Llegado el día de despedida y a medida que se montaban en los autocares, nos daban las gracias por las atenciones y nos manifestaban cosas hermosas pero una de ellas nos llamó poderosamente la atención: que habíamos sido durante una semana sus padres españoles.

Seguiremos orando por ellos y siempre estarán en nuestros corazones; gracias Leo, gracias Jorge, gracias Alzira, gracias Ricardo, gracias Pedro, gracias Juan Pablo, gracias María, … gracias a vosotros; ¡Gracias Señor!, gracias a todos por ayudarnos a ser cada día más fieles al Señor….

Edmundo y Nilda
Parroquia Santa María de la Alegría
Móstoles (Madrid)