29 de julio de 2011

Cultivando la amistad con Dios y los demás, la admiración de la naturaleza y el arte.

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 24 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Para disfrutar de las vacaciones, Benedicto XVI recomienda cultivar la amistad con Dios y con los demás, la admiración de la naturaleza y del arte.

El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha recogido los consejos que en los últimos domingos ha ido dejando el papa, con motivo del Ángelus, a quienes pueden disfrutar en este verano boreal de un período de vacaciones.
Ante todo, el pontífice ha invitado “a tratar de utilizar estos días para vivir de una manera nueva las relaciones con los demás y con Dios. Si se puede interrumpir el ritmo cotidiano frenético o afanoso, es bueno tomar un poco de tempo para los demás y para el Señor”.
En concreto, “el papa sugiere también llevar en la propia maleta la Palabra de Dios, en particular el Evangelio”, recuerda el padre Lombardi en el editorial del último número de “Octava Dies”, semanario del Centro Televisivo Vaticano.
El domingo sucesivo, el obispo de Roma invitó a contemplar la creación a nuestro alrededor, a admirar la belleza y estremecerse ante la maravilla que hace presentir la presencia y la grandeza del Creador.
“Es un don magnífico, que hay que observar con la atención con la que la observaba Jesús, que sabía interpretar el lenguaje y los signos. Un don que hay que respetar, custodiar, proteger, del que somos responsables ante Dios, ante los demás, ante la humanidad del futuro”, sigue aclarando el padre Lombardi.
Finalmente, el Papa ha invitado a los viajeros y peregrinos veraniegos a descubrir con curiosidad inteligente y profunda los monumentos de la historia cristiana como testimonios de cultura y de fe, auténtico patrimonio espiritual de lazos con nuestras raíces, lugares - como las catedrales o las abadías - en los que la belleza ayuda a reconocer la presencia de Dios.
Al contemplar estos lugares de sorprendente belleza, recuerda su portavoz, Benedicto XVI “invita a la oración por la humanidad en camino en el tercer milenio”.
Este domingo, 24 de julio, hablando en francés, el papa añadió un nuevo consejo, a los ya recogidos por el padre Lombardi.
Invitó “a aprovechar este período de vacaciones para buscar a Dios y pedirle que nos libere de todo los que nos estorba inútilmente”.
“Pidamos por tanto un corazón inteligente y sabio que sepa encontrarle”, concluyó el pontífice.

25 de julio de 2011

Una voz distinta

En el mundo se oyen muchas voces. En Madrid, durante la Jornada Mundial de la Juventud, el mundo oirá la voz de centenares de millares de jóvenes. Serán muchas voces que resonarán en las calles y en la plazas de la capital española y que recordarán aquella primera Pentecostés cristiana, porque se tratará de lenguas que cantarán en infinidad de idioma. Serán voces de alegría que se elevarán al cielo. Pero en algunos momentos se tratará de una sola voz proferida por un millón de gargantas que al unísono responderá AMEN a las palabras del Santo Padre.

Queridos amigos blogueros, ya quedan pocos días para encontrarnos en Madrid. El día 17 de agosto podremos iniciar lo que si Dios quiere será una tradición: el Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa. Son muchas las dificultades que nos encontraremos, pero nos mueve sencillamente el hecho de que también nuestra voz se oiga en Madrid. Quizá si no estuviéramos allí nadie nos echaría en falta. Sin embargo, estamos convencidos de que la nuestra es una voz diferente.

La nuestra es una voz ronca, porque no nos cansamos de hablar o de gritar al mundo desde nuestras bitácoras. Muchas veces, debemos superar la tentación de callar... No importa que parezca que casi nadie nos escuche... o que la mayor parte de nuestras entradas no recojan comentarios. Poco a poco, otras voces se unen a las nuestras y son voces que proceden de lugares lejanos. Con la constancia nos sabemos parte de un coro que entona canciones todavía no escritas, improvisadas por unos corazones que se saben cercanos.

Amigos blogueros, os agradecería que hoy unierais vuestra voz para que el anuncio del Primer encuentro de Blogueros con el Papa alcance hasta los últimos rincones de la blogosfera y para que ninguno de ellos se quede fuera por no haber sido informado. La nuestra es una voz diferente: meditada, tranquila, acogedora, aunque a veces pueda también ser provocadora o desgarradora. 

24 de julio de 2011

UNA ORACIÓN POR LAS VICTIMAS DEL ATENTADO EN OSLO


En recuerdo de las victimas 
del doble atentado en Oslo (Noruega) hacemos la siguiente oración.

Señor, que tu infinita bondad nos consuele en el dolor de estas muertes inesperadas e ilumine nuestra pena, con la firme confianza de que nuestros hermanos, vive ya feliz en tu compañía. Por Cristo nuestro Señor. Amén.



20 de julio de 2011

Noticias del Primer Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa

Usa el logotipo y haz publicidad del Encuentro
El Primer Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa comienza a tener ya un aire verdaderamente internacional, puesto que se han inscrito personas procedentes de Estados Unidos, Honduras, Perú, Argentina y España.

La organización de este evento ha sido difícil especialmente porque no hemos encontrado sponsors que financien los gastos. Como sabéis intentamos organizarlo en un hotel que diera cabida a todos los posibles participantes. Esa elección motivó que la cuota de inscripción fuese muy elevada - 85 euros por persona-.

Ahora podemos daros la buena noticia de que hemos encontrado una sede idónea para nuestro Encuentro. Se trata del Colegio Mayor Jaime del Amo, situado en la zona universitaria de Madrid y con buenas comunicaciones. La cuota de inscripción es de 25 euros.

Hemos habilitado una página web para poder dar a conocer nuestro Encuentro bloguero y facilitar la inscripción de los que deseen participar.

Tanto si puedes venir a este Encuentro como si no, siempre puedes ayudarnos a anunciarlo entre tus amigos y en las redes en que participas. Usa el icono de compartir que está al pie de la entrada. Todavía hay plazas libres y sería bueno llenarlas todas!

14 de julio de 2011

El sentido de la consagración de los jóvenes al Corazón de Jesús


En la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 13 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI consagrará a todos los jóvenes al Sagrado Corazón de Jesús durante la vigilia del sábado 20 de agosto por la noche en el aeródromo de Cuatro Vientos de Madrid durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Publicamos la catequesis que la organización de la Jornada Mundial de la Juventud (http://www.madrid11.com) ha preparado con este motivo.
* * *
CATEQUESIS PREPARATORIA
PARA LA CONSAGRACIÓN DE LOS JÓVENES DEL MUNDO
AL CORAZÓN DE JESÚS EN LA JMJ 2011 DE MADRID 
El fin de esta catequesis es ayudar a los jóvenes a preparar la Consagración de la Juventud del Mundo al Sagrado Corazón de Jesús que realizará el Santo Padre Benedicto XVI en la próxima Jornada Mundial de la Juventud. 

Consta de tres partes. La primera: Nos acercamos al Mensaje del Papa para la JMJ desde la perspectiva del Corazón de Jesús. La segunda: Hacemos un breve recorrido sobre la historia de la devoción al Corazón de Jesús. Y por último explicamos el sentido de la Consagración de la Juventud del Mundo al Corazón de Jesús.

I.- “Del corazón del hombre al Corazón de Dios”
1.- Si nos adentramos en las profundidades de nuestro corazón, todos encontramos el mismo deseo: queremos ser felices.Pero, ¿dónde y cómo puedo encontrar la felicidad?, nos preguntamos. La experiencia nos dice que la felicidad del hombre sólo se encuentra en la medida en la que su ansia de infinito es saciada. Dice el Papa en su mensaje: “El hombre está creado para lo que es grande, para el infinito”(Benedicto XVI, Mensaje para la JMJ 2011 Madrid).

Debemos dar un paso más. Ese deseo de infinito para el hombre se identifica con el deseo de ser amado por un Amor que no tiene límites. La respuesta a este interrogante nos la da la misma revelación de Dios: “Dios es Amor”. Dios se nos ha manifestado precisamente como el Amor infinito, eterno, personal y misericordioso que responde de un modo pleno a las ansias de felicidad que hay en el corazón de todo hombre.  Por esta razón nos dice el Papa: “Dios es la fuente de la vida, eliminarlo equivale a separarse de esta fuente, e inevitablemente, privarse de la plenitud y la alegría: «sin el Creador la criatura se diluye»(Con. Ecum. Vaticano II, Const. Gaudium et Spes, 36)” (Mensaje JMJ). Esto podemos verlo en las múltiples experiencias e intentos que han habido y hay en nuestra sociedad de construir un “paraíso en la tierra” al margen de Dios.

2.- El problema del corazón del hombre se resuelve sólo definitivamente en el encuentro con el Corazón de Dios.Al respecto, dice S. Agustín: “Nos hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”. La inquietud de la que habla el santo de Hipona se refiere a la dificultad para “alcanzar” el Amor como consecuencia de nuestra condición de criaturas; somos finitos y, más aún, somos pecadores. Una y otra vez tropezamos con la piedra de nuestro egoísmo, del desorden de nuestras pasiones que nos impiden alcanzar ese Amor. El corazón del hombre “necesitaba”de un Corazón que estuviera a su “nivel” y que por otro lado fuera omnipotente para sacarlo de su finitud y de su pecado. En Jesucristo Dios ha salido al encuentro del hombre y nos ha amado “con corazón humano”. En el encuentro del corazón del hombre con el Corazón de Jesús se ha realizado el misterio de la Redención: "Desde el horizonte infinito de su amor, de hecho, Dios ha querido entrar en los límites de la historia y de la condición humana, ha tomado un cuerpo y un corazón, para que podamos contemplar y encontrar el infinito en el finito, el Misterio invisible e inefable en el Corazón humano de Jesús, el Nazareno" (Benedicto XVI, Ángelus 1 de Junio de 2008).

3.- La revelación definitiva de ese Amor se nos ha dado en la Cruz. El amor que Dios nos tiene ha llegado al “limite” en la entrega de su vida. El Corazón abierto de Jesús en la Cruz como consecuencia de la lanzada del soldado es la mayor expresión de cuánto y cómo nos ama Dios. Dice el Papa en su mensaje: “Del Corazón de Jesús abierto en la cruz ha brotado la vida divina”(Mensaje JMJ). Así, en la Cruz, Jesús transforma nuestro “corazón de piedra” herido por el pecado, en un “corazón de carne”, como el suyo: nos da su amor y a su vez nos hace capaces de amar con su mismo amor.

4.- Del Corazón de Jesús, vivo y resucitado, brota la fuente en la que el hombre debe beber para saciar su sed infinita de amar y ser amado. Es, por tanto,  en este encuentro personal«de corazón a Corazón» donde el hombre vive “arraigado y edificado en Cristo, firme en la fe” (Col. 2, 7). La santidad consiste en entrar de lleno en esta corriente de amor que brota del Corazón de Jesús. “El lema del Cardenal Newman: «de corazón a Corazón»nos da la perspectiva de su comprensión de la vida cristiana como una llamada a la santidad, experimentada como el deseo profundo del corazón humano de entrar en comunión íntima con el Corazón de Dios” (Benedicto XVI , Homilía en la Beatificación del Cardenal Newman).

II.-  “He aquí este Corazón que tanto ha amado a los hombres”.
La Iglesia a lo largo de los siglos ha ido profundizando en el significado del culto al Sagrado Corazón de Jesús. Muchos hombres y mujeres han encontrado en la contemplación de esta imagen del traspasado un camino muy válido para identificarse plenamente con Cristo y alcanzar la meta de la santidad.

Entre estos santos tenemos que destacar a Santa Margarita María de Alacoque (1647-1690), religiosa de la Orden de la Visitación en Paray-le-Monial, a quien Jesús se le manifiesta en la Eucaristía, revelándole el misterio de su Corazón: "He aquí el Corazón que ha amado tanto a los hombres y que no recibe más que ingratitudes y afrentas”. A lo largo de su vida, Santa Margarita enseñó a amar al Corazón de Jesús, acompañándole en la Eucaristía por medio de la Hora Santa, a consagrarse a Él y a ofrecer pequeños actos de amor en reparación de los pecados. También difundió la práctica de los primeros viernes de mes: confesión y comunión en reparación de los pecados. Fue beatificada en 1864 por el Beato Pío IX y canonizada en 1920 por Benedicto XV. Su fiesta se celebra el 16 de octubre.

Junto a esta santa tenemos que destacar a San Claudio de la Colombiere S.J. (1641-1682). Fue el director espiritual de Sta Margarita Mª. Será el encargado de propagar el mensaje del amor del Corazón de Cristo por los lugares más lejanos. Gracias a él, la orden religiosa de los jesuitas acometió la tarea de la propagación de la devoción al Corazón de Jesús.

El eco de estas revelaciones en la vida de la Iglesia fue tan grande que el Beato Pío IX el año 1856 proclamópara toda la Iglesia la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús y el año 1899 el Papa León XIII consagró al Género Humano al Sagrado Corazón. Centenares de congregaciones religiosas dedicadas a la educación de los jóvenes, la asistencia a los ancianos y enfermos, las misiones, nacieron en este tiempo inspiradas en la espiritualidad del Corazón de Jesús. A lo largo del siglo XX los Pontíficeshan invitado continuamente a acudir al Sagrado Corazón como “el principal indicador y símbolo del amor con el que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres” (Pío XII, Enc. “HaurietisAquas”).

La contemplación del Corazón de Jesús hoy fecunda la Iglesia con nuevos caminos de santidad y se presenta para los hombres de nuestro tiempo, necesitados de la misericordia divina, como un anuncio de esperanza para que “sobre las ruinas acumuladas por el odio y la violencia, se establezca la civilización del amor, el reino del Corazón de Cristo” (Juan Pablo II, Mensaje al Prepósito General de la Compañía de Jesús, P. Peter Hans Kolvenbach, 5 de Octubre de 1986).

III.-  Consagrarse al Corazón de Jesús para permanecer “Arraigados y edificados en Cristo y firmes en la fe”(Col. 2, 7)
La Consagración al Corazón de Jesús es un acto con el que los Jóvenes del Mundo presididos por el Santo Padre queremos dirigir nuestra mirada confiada a Jesucristo, para ayudarnos a vivir “arraigados y edificados en Cristo y firmes en la fe” (Col. 2, 7).

Se trata de revivir en nosotros  la experiencia del discípulo amado que contemplando el Corazón abierto de Jesús en la Cruz, cree en su amor y se convierte en su testigo. “El que lo vio da testimonio” (Jn. 19, 35).

Es, por tanto, un acto de fe. Al consagrarnos al Corazón de Jesús el Santo Padre nos invita a confesar nuestra fe:  “Creemos firmemente que Jesucristo se entregó en la Cruz para ofrecernos su amor; en su pasión soportó nuestro sufrimientos, cargó con nuestros pecados, nos consiguió el perdón y nos reconcilió con el Padre, abriéndonos el camino de la vida eterna”(Mensaje JMJ). Esta confesión la hacemos no sólo desde el conocimiento de las verdades que profesamos, sino como fruto de una relación personal con Cristo que se establece desde la confianza en el Amor de su Corazón. Además, esta confesión de fe, la realizamos unidos al Papa, a los obispos y pastores de la Iglesia, significando que nuestra “fe personal en Cristo, está vinculada a la fe de la Iglesia” (Mensaje JMJ). Es en el “corazón de la Iglesia” donde podemos experimentar el latido del Corazón de Cristo.

Es en segundo lugar un acto de esperanza. No sólo nos consagramos cada uno a su Corazón, sino que el Papa nos confía a “todos los jóvenes del mundo” al Sagrado Corazón de Jesús. En los jóvenes del presente se encuentra la esperanza del futuro de la Iglesia y de la humanidad. Con esta consagración, los jóvenes, expresamos con el Papa que “sin Cristo, muerto y resucitado, no hay salvación. Que sólo Él puede liberar el mundo del mal y hacer crecer el Reino de la Justicia, la paz y el Amor al que todos aspiramos”(Mensaje JMJ). Unidos en un “sólo Corazón”, pedimos con toda la Iglesia, “Ven Señor Jesús”,  ayúdanos a los jóvenes del Tercer Milenio a ser artífices de la Civilización del Amor que se construye “cuando las personas y los pueblos acogen la presencia de Dios, le adoran en verdad y escuchan su voz”(Mensaje JMJ). 

Por último la consagración es un acto de amor. Los jóvenes del tercer Milenio como el apóstol Tomás queremos “tocar a Jesús, metiendo la mano en las señales de su Pasión, las señales de su Amor”(Mensaje JMJ). Al consagrarnos “tocamos a Jesús”, renovando la gracia de nuestro bautismo con la que fuimos introducidos de lleno en ese Amor. Se afianza en nosotros el deseode beber constantemente en las fuentes de donde brota la vida divina que son los Sacramentos, especialmente la Eucaristía y el Sacramento del Perdón. Y por último nos introducimos en su mirada misericordiosa para poder estar siempre cerca de los más pobres y enfermos, siendo para ellos manifestación palpable del Amor de Dios.

A imitación del discípulo amado nosotros también somos invitados a “acoger a María en nuestra casa”. La consagración al Corazón de Jesús la realizamos teniendo a la Virgen como especial intercesora y medianera. Ella que “acogió con fe la palabra de Dios” nos enseña a creer en el Amor, a confiarnos a Él y a ser sus testigos entre nuestros hermanos los hombres.
 

5 de julio de 2011

Consagración de los jóvenes al Sagrado Corazón de Jesus en la JMJ.


El Santo Padre Benedicto XVI consagrará a todos los jóvenes al Sagrado Corazón de Jesús durante la vigilia del sábado 20 de agosto por la noche en el aeródromo de Cuatro Vientos de Madrid durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

“Con este acto se quiere ayudar a que se cumpla el objetivo de cada Jornada Mundial de la Juventud: que los jóvenes se acerquen a Cristo”, indica un comunicado difundido en la web de la JMJ.

La consagración coincidirá con el 300º aniversario del nacimiento del beato Bernardo de Hoyos, el joven jesuita que extendió en España la devoción al Sagrado Corazón de Jesús inspirado por las revelaciones de Cristo.

Para preparar la consagración, la organización ha propuesto una catequesis que profundiza en los aspectos y consecuencias de la consagración al Sagrado Corazón de Jesús.

La catequesis está basada en el mensaje que Benedicto XVI ha escrito con motivo de la JMJ de Madrid y destaca que esta consagración es un acto de fe, de esperanza y de amor hacia Cristo.

“Al confesar nuestra fe no sólo lo hacemos “desde las verdades que profesamos, sino como fruto de un relación personal con Cristo que se establece desde la confianza en el Amor de su Corazón”; esto permite estar “arraigados y edificados en Cristo”, tema de la JMJ de Madrid”, destaca el comunicado.

La catequesis está dividida en tres partes. En la primera se propone un acercamiento al mensaje del Papa para la JMJ desde la perspectiva del Sagrado Corazón.

La segunda parte de la catequesis preparatoria ofrece un recorrido por la historia de la devoción al Corazón de Jesús, y la tercera, explica el sentido de la consagración de la juventud del mundo al Sagrado Corazón de Jesús.

En este sentido, la organización explica que la consagración de los jóvenes, en los que se encuentra la esperanza del futuro de la Iglesia y de la humanidad, expresa que “solo Él puede liberar el mundo del mal y hacer crecer el Reino de la Justicia, la paz y el Amor al que todos aspiramos”.

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús busca “no sólo la contemplación de su amor sensible” sino también elevar a los hombres “hasta la consideración y adoración de su excelentísimo amor infundido”, indica el papa Pío XII en su encíclica Haurietis aquas,la tercera que se ha escrito sobre el culto al Sagrado Corazón.

Se trata de una devoción que hunde sus raíces en la contemplación del amor de Cristo en la Cruz, entre los primeros cristianos, y que experimentó hace 800 años un fuerte impulso con la mística alemana Matilde Magdeburgo (1207-1282) seguida por Matilde de Hackenborn y por Getrude de Helfta.

Varios santos han promovido el culto al Sagrado Corazón, entre ellos san Buenaventura, san Alberto Magno, santa Gertrudis, santa Catalina de Siena y san Francisco de Sales.

San Juan Eudes fue el autor del primer oficio litúrgico en honor del Sagrado Corazón de Jesús, cuya fiesta solemne se celebró por primera vez el 20 de octubre de 1672.

El hito de esta celebración lo marcó santa Margarita María Alacoque (1647-1690), religiosa de la orden de la Visitación, quien recibió varias revelaciones del mismo Señor Jesús para que impulsara esta devoción.

Fuente:

Este es el enlace para las Catequesis de preparación a la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús.

1 de julio de 2011

COMPARTIR NOS HACE CRECER


Lo fundamental cristiano es vivir en la presencia de DIOS (Piedad), en una actitud de conocerle más y mejor cada día (formación) y en constante relación con los hermanos (acción). Sin esos tres pilares no podemos considerarnos cristianos, porque el "amarnos los unos a los otros" está contenido en estas tres vivencias de nuestro peregrinar de cada día.

Consecuencia de mi encuentro con JESÚS, mi respuesta a su Amor deriva en una amistad personal con ÉL, en una relación (oración) con ÉL que me fortalece y acrecienta mi conocimiento de su Persona que me invita a comprometerme y a darme, como ÉL, a los hermanos. Es el trípode donde debe estar fundamentada la vida de todo cristiano: La Piedad, la Formación y la Acción. Sin la vivencia de esos tres pilares nuestra vida no debe ni merece ser considerada cristiana.

Ocurre que puede estar muy fortalecido el lado vivencial de mi relación con JESÚS, pero no así mis esfuerzos en saber más de ÉL o de conocer sus enseñanzas y doctrina. Mi vida no está del todo edificada en lugar seguro (sobre roca), pues sin conocerlo bien puedo sucumbir por otros conocimientos o por mi propia ignorancia. El trípode al no tener las tres patas al mismo nivel se derrumbará y terminará por no servir.

De la misma forma, sucede lo mismo con la acción, ésta puede estar fuerte pero de nada sirve si mi oración no descansa en, con y por ÉL. Quizá, sin saberlo, me busco a mí y no la Gloria del SEÑOR. Se hace necesario llevar las tres patas de mi vida al unísono y a la misma altura para que el trípode de mi vida esté bien sedimentado y apoyado en la Roca del ESPÍRITU SANTO.

"Venid a MÍ todos los que estén cansados y agobiados, y YO les aliviaré. Cargad con mi yugo y aprender de MÍ, que soy manso y humilde de corazón, y encontraran su descanso. Porque mi yugo es llevadero y mí carga es ligera". Curiosamente, este es el Evangelio de hoy, y nos convoca a la acción de encontrarnos en el SEÑOR en el 1er Encuentro Internacional de Blogueros Católicos en Madrid, junto al Papa Benedicto XVI para compartir nuestra fe.

Es una oportunidad única de vernos, conocernos, crecer y formarnos, compartir nuestra fe, nuestros proyectos y nuestras ilusiones en XTO.JESÚS, porque dónde dos o más estén reunidos en mi nombre, allí estaré YO reunido con ellos.

Sé que para muchos será imposible, pero debemos de poner todo nuestro esfuerzo en poder estar. Quizás sea el principio de un gran testimonio que este mundo necesita. La Iglesia necesita el testimonio de los seglares y el compromiso a la respuesta a nuestra fe. Aquella que recibimos en nuestro Bautismo, y por el cual somos Profetas, Sacerdotes y Reyes. Habrá que vencer muchos obstáculos, pero creo que el esfuerzo es una gran oración que, en la medida que podamos, debemos hacer.

¡Animo y vamos a Madrid, es la hora! ¡Inscribete!

BENEDICTO XVI: ¿QUÉ ES LA TEOLOGÍA

 

Discurso en la entrega del “Premio Ratzinger”

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 30 de junio de 2011 (ZENIT.org).– Publicamos el discurso que pronunció Benedicto XVI este jueves al conferir por primera vez el “Premio Ratzinger”, instituido por la “Fundación Vaticana Joseph Ratzinger - Benedetto XVI” a los profesores: Manlio Simonetti, italiano, experto de Literatura cristiana antigua y Patrología: Olegario González de Cardedal, español, sacerdote, docente de Teología sistemática; y Maximilian Heim, alemán, cisterciense, abad del monasterio de Heiligenkreuz en Austria y docente de Teología fundamental y dogmática.
* * *
Señores cardenales, venerados hermanos, ilustres señores y señoras:
Ante todo, quisiera expresar mi alegría y gratitud por el hecho de que, con la entrega de su premio teológico, la fundación que lleva mi nombre otorgue reconocimiento público a la obra llevada a cabo a lo largo de toda una vida por dos grandes teólogos, y a un teólogo de la generación más joven le dé un signo de aliento para avanzar por el camino emprendido
Al profesor González de Cardedal me une un camino común de muchos decenios. Ambos iniciamos con san Buenaventura y dejamos que él nos indicara la dirección. Durante su larga vida de estudioso, el profesor González ha tratado todos los grandes temas de la teología, y ello no sólo reflexionando o hablando desde un punto de vista teórico, sino enfrentándose siempre al drama de nuestro tiempo, viviendo e incluso sufriendo de forma totalmente personal las grandes cuestiones de la fe y, con ellas, las cuestiones del hombre de hoy. De esta forma, la palabra de la fe no es algo del pasado, en sus obras se convierte realmente en nuestra contemporánea.

El profesor Simonetti nos ha abierto de una manera nueva el mundo de los Padres. Precisamente al mostrarnos desde el punto de vista histórico, con precisión y atención, lo que dicen los Padres, éstos se convierten en personas contemporáneas nuestras, que hablan con nosotros.

El padre Maximilian Heim ha sido elegido recientemente abad del monasterio de Heiligenkreuz –monasterio de gran tradición en las cercanías de Viena–, asumiendo con ello el cometido de actualizar una gran historia y llevarla hacia el futuro. A este respecto, espero que el trabajo sobre mi teología que nos ha ofrecido pueda serle útil, y que la abadía de Heiligenkreuz logre, en este tiempo nuestro, desarrollar aún más esa teología monástica que siempre ha acompañado a la universitaria, formando con ésta el conjunto de la teología occidental.

Sin embargo, mi tarea no consiste en pronunciar aquí una laudatio de los galardonados, lo que ya ha realizado de manera competente el cardenal Ruini. Ahora bien, quizá la entrega del premio nos depare la ocasión de dedicar unos momentos a la cuestión fundamental de qué es realmente “teología”. La teología es ciencia de la fe, nos dice la tradición. Pero aquí surge inmediatamente la pregunta: ¿Es esto realmente posible? ¿No se trata de una contradicción? ¿Acaso la ciencia no es lo contrario de la fe? ¿La fe no deja de ser fe, cuando se convierte en ciencia? ¿Y no deja tal vez la ciencia de ser ciencia, cuando se ve ordenada o incluso subordinada a la fe? Tales cuestiones, que ya constituían un serio problema para la teología medieval, ante el concepto moderno de ciencia se han vuelto aún más apremiantes, a primera vista incluso sin solución. De este modo puede comprenderse por qué, durante la Edad Moderna, en muchos ambientes la teología se replegara principalmente en el campo de la historia, con el fin de demostrar en él su seria cientificidad. Hay que reconocer con gratitud que de este modo se realizaron obras grandiosas, y que el mensaje cristiano recibió nueva luz, capaz de hacer visible su íntima riqueza. Ahora bien, si la teología se repliega totalmente en el pasado, deja hoy la fe a oscuras. En una segunda fase, el interés se concentró en la praxis para mostrar cómo la teología, puesta en relación con la psicología y la sociología, es una ciencia útil que da indicaciones concretas para la vida. Esto resulta también importante, pero si el fundamento de la teología, la fe, no se convierte al mismo tiempo en objeto del pensamiento; si la praxis sólo se refiere a sí misma o vive únicamente de los préstamos de las ciencias humanas, entonces queda vacía y sin fundamento.

Estas vías, por lo tanto, no son suficientes. Por útiles e importantes que sean, se convertirían en subterfugios si la pregunta verdadera quedara sin respuesta. Dicha pregunta es la siguiente: ¿Es verdad lo que creemos o no? En la teología está en juego la cuestión sobre la verdad, que es su fundamento último y esencial. Aquí, una expresión de Tertuliano puede hacernos dar un paso más: escribe que Cristo no dijo: “Yo soy la costumbre”, sino: “Yo soy la verdad”, Non consuetudo sed veritas (Virg. 1, 1). Christian Gnilka ha mostrado que el concepto consuetudo puede hacer referencia a las religiones paganas, que, según su naturaleza, no eran fe, sino “costumbre”: se hace lo que se ha hecho siempre; se observan las formas cultuales tradicionales, esperando mantenerse así en la justa relación con el ámbito misterioso de lo divino. El aspecto revolucionario del cristianismo en la antigüedad fue precisamente su ruptura con la “costumbre” por amor a la verdad. Tertuliano habla aquí basándose sobre todo en el Evangelio de San Juan, en el que se encuentra también la otra interpretación fundamental de la fe cristiana, que se expresa en la designación de Cristo como Logos. Si Cristo es el Logos, la verdad, el hombre debe corresponderle con su propio logos, con su razón. Para llegar hasta Cristo, debe seguir el camino de la verdad. Debe abrirse al Logos, a la Razón creadora, de la que se deriva su propia razón y a la que ésta lo remite. De este modo se comprende que la fe cristiana, por su misma naturaleza, debe suscitar la teología, tenía que interrogarse sobre la razonabilidad de la fe, aunque, naturalmente, el concepto de razón y el de ciencia abarquen muchas dimensiones, por lo que la naturaleza concreta del nexo entre fe y razón debía y debe ser nuevamente evaluada.

Por lo tanto, aun cuando resulta claro, en el cristianismo, el nexo fundamental entre Logos, verdad y fe, la forma concreta de este nexo ha planteado y sigue planteando preguntas siempre nuevas. Está claro que, en este momento, dicha pregunta, que ha ocupado y ocupará a todas las generaciones, no puede tratarse con detalle, ni siquiera a grandes rasgos. Quisiera intentar tan sólo proponer un brevísimo apunte. San Buenaventura, en el prólogo a su Comentario a las Sentencias, habló de un doble uso de la razón: de un uso inconciliable con la naturaleza de la fe y de otro que, por el contrario, es propio de la naturaleza de la fe. Existe, según dice, la violentia rationis, el despotismo de la razón, que se convierte en juez supremo y último de todo. Este tipo de razón es ciertamente inviable en el ámbito de la fe. ¿Qué entiende con ello Buenaventura? Una expresión del Salmo 95, 9 puede mostrarnos de qué se trata. Dice allí Dios a su pueblo: “...en el desierto [...] vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras”. Se alude aquí a un doble encuentro con Dios: ellos han “visto”. Pero no les basta, por lo que ponen a Dios “a prueba”. Quieren someterlo a experimento. Se le somete, por así decir, a un interrogatorio, y a un procedimiento de prueba experimental. Esta modalidad de uso de la razón ha alcanzado la cumbre de su desarrollo durante la Edad Moderna, en el ámbito de las ciencias naturales. La razón experimental se presenta hoy ampliamente como la única forma de racionalidad declarada científica. Lo que no pueda verificarse o falsificarse científicamente cae fuera del ámbito científico. Con este planteamiento se han realizado, como es sabido, obras grandiosas, y nadie se atreverá seriamente a dudar de que sea justo y necesario en el ámbito del conocimiento de la naturaleza y de sus leyes. Pero semejante uso de la razón tiene un límite: Dios no es un objeto de la experimentación humana. Él es Sujeto y se manifiesta tan sólo en la relación de persona a persona, lo que forma parte de la esencia de la persona.

Desde esta perspectiva, Buenaventura alude a un segundo uso de la razón, válido para el ámbito de lo “personal”, para las grandes cuestiones del mismo ser hombre. El amor quiere conocer mejor a aquél que ama. El amor, el amor verdadero, no vuelve ciego, sino vidente. De ello forma parte, precisamente, la sed de conocimiento, de un conocimiento auténtico del otro. De ahí que los Padres de la Iglesia hallaran precursores y adelantados del cristianismo, fuera del mundo de la revelación de Israel, no ya en el ámbito de la religión consuetudinaria, sino en los hombres que buscaban a Dios, que buscaban la verdad: en los “filósofos”, en personas que estaban sedientas de verdad y que, por lo tanto, estaban en camino hacia Dios. Cuando falta este uso de la razón, las grandes cuestiones de la Humanidad caen fuera del ámbito de la razón y quedan abandonadas a la irracionalidad. De ahí la importancia de una teología auténtica. La fe recta orienta a la razón hacia su apertura a lo divino, para que ésta, guiada por el amor a la verdad, pueda conocer a Dios más de cerca. La iniciativa de este camino la tiene Dios, que ha puesto en el corazón del hombre la búsqueda de su rostro. Por lo tanto, forman parte de la teología, por un lado, la humildad que se deja “tocar” por Dios, y, por otro, la disciplina que se vincula al orden de la razón, que preserva al amor de ceguera y que ayuda a desarrollar su fuerza visual.

Soy muy consciente de que con todo esto no se ha dado respuesta a la cuestión acerca de la posibilidad y el cometido de la recta teología, sino que sólo se ha puesto de relieve la grandeza del reto inherente a la naturaleza de la teología. Sin embargo, el hombre necesita precisamente este reto, ya que nos impulsa a abrir nuestra razón interrogándonos acerca de la verdad misma, acerca del rostro de Dios. Por eso damos las gracias a los galardonados, que han mostrado en sus obras que la razón, cuando recorre la pista trazada por la fe, no es razón enajenada, sino razón que responde a su altísima vocación. Gracias.