27 de septiembre de 2010

PREGUNTA SIN RESPUESTA

Había una vez un viudo que vivía con sus dos hijitas. Las niñas hacían preguntas que el padre no sabía responder. Deseoso de darles la mejor educación, las envió a casa de un sabio, que sabía todas las respuestas.

Las niñas inventaron una pregunta que el sabio no sabría responder. Una capturó una linda mariposa azul para engañarlo. La escondería en sus manos y le preguntaría si estaba viva o muerta. Si decía que muerta, abriría sus manos y la dejaría volar. Si decía que viva, la apretaría y la aplastaría. En todo caso, sería una respuesta equivocada.

Así lo hicieron. El sabio sonrió y respondió:

“Depende de ti. Ella está en tus manos.”

Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debes culpar a nadie cuando algo falle: nosotros somos los responsables por lo que conquistamos o no conquistamos. Nos toca a nosotros escoger que hacer con la mariposa azul que llevamos en nuestros corazones.

* * * * * *

Anoche tuve un sueño extraño. Habían abierto una tienda nueva llamada “Regalos de Dios”.
Un ángel del Señor atendía los clientes. Pregunté qué vendía, y me dijo:

“Ofrezco cualquier don de Dios.”

Interesado por los precios, me dijo que los dones de Dios son gratuitos.
Había ánforas de amor, frascos de fe, bultos de esperanza, cajas de salvación y muchas cosas más. Yo las quería todas.

“Dame por favor bastante amor a Dios; dame perdón de Dios; un bulto de esperanza, un frasco de fe y una caja de salvación.”

Vi que el ángel, de todo ese gran pedido mío, había hecho un sólo paquetico, y ahí lo tenía sobre el mostrador, tan pequeño como el tamaño de mi corazón.

“¿Será posible? ¿Eso es todo?”

El ángel me explicó:

“Es todo. Dios nunca da frutos maduros. Él sólo da pequeñas semillitas, que cada quien debe cultivar.”

La elección depende de nosotros y esa es la causa por la que somos libres. Sabemos, por el Evangelio del domingo lo que eligió el rico Epulón, y lo que eligió Lázaro. Podemos matar a la mariposa o dejarla vivir, y de la misma manera podemos matar nuestra propia vida, condenándola al sufrimiento eterno o ganarla para siempre en la presencia gozosa de DIOS.

Vivir es caminar, peregrinar comprometidos en compartir, hacer que las semillas que DIOS nos ha regalado sellándolas en nuestro corazón, sean cultivadas con la tierra buena de los sacramentos, especialmente Eucaristía y Penitencia, abonos indispensables para la obtención de buenos frutos.

Y regadas con el agua diaria de la Oración, motivo y fundamento principal de esta comunidad bloguera que nace junto y por la venida de nuestro Papa, en las JMJ, a nuestra país. Y al que acompañamos unidos en la oración constante por transmitir y vivir el Mensaje de la Buena Noticia, que él preside por mandato de Nuestro SEÑOR JESÚS.

No nos quedemos quietos, activemos nuestra oración, confiados, esperanzados, en paz y serenos, y dejándonos cuidar, nuestro propio jardín, por la luz del ESPÍRITU SANTO, para siendo instrumentos de paz y amor, podamos ayudar a construir un mundo mejor.